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La oposición bahreiní presentará sus propuestas para el diálogo nacional

MANAMA, 20 (Reuters/EP)

La oposición bahreiní presentará este domingo sus demandas al príncipe heredero del país, que está liderando el proceso de diálogo nacional a causa de las protestas que solicitan una apertura democrática y la concesión de derechos fundamentales a la ciudadanía.

El anuncio llega horas después de que los manifestantes anti gubernamentales hayan tomado de nuevo la plaza de La Perla en Manama y hayan colocado un campamento en ella para permanecer hasta que la situación se solucione, como hicieron los egipcios en la plaza Tahrir.

Por orden del príncipe de la corona, las tropas y vehículos blindados se habían retirado de la plaza, de la que se habían hecho cargo el jueves después que la policía antidisturbios realizara un ataque nocturno contra una sentada de manifestantes, matando a cuatro personas e hiriendo a 231.

La multitud en la plaza La Perla pronto creció a decenas de miles, celebrando lo que consideran un triunfo inspirado por las revueltas populares que derribaron a los dirigentes de Egipto y Túnez. Además de la retirada de las fuerzas de seguridad, las principales demandas de la oposición son la liberación de los presos políticos, la renuncia del Gobierno y el inicio de las conversaciones sobre una nueva constitución, según ha informado una fuente de la oposición que ha pedido no ser identificada.

“Los dos principales protagonistas son el jeque Alí Salman e Ibrahim Sharif”, ha dicho la fuente. El jeque Alí es el secretario general del principal grupo de oposición chiíta Wefaq, mientras que Sharif encabeza el grupo secular Waad, que no ha ganado escaños en el Parlamento.

El sábado, el príncipe heredero sugirió que los disturbios fueron el resultado de la falta de acción sobre las demandas de los chiítas, que constituyen la mayoría de la población del pequeño reino del Golfo Pérsico, gobernado por una familia musulmana suní. “Tal vez, en resumen, hay una sensación de que algunas demandas básicas no se han cumplido. Queremos corregir esta situación y evitar su repetición”, dijo a la televisión Al Arabiya.

Arabia Saudí, que teme que los disturbios se extiendan a la minoría chiíta del país, pidió a los ciudadanos de Bahréin “actuar con la razón (...) y aceptar las propuestas del gobierno de Bahréin (...) que está muy interesado en proteger la estabilidad y la seguridad”, según una declaración oficial realizada por la prensa estatal saudí.

La población chiíta de Bahréin, que supone el 70 por ciento del total, se siente discriminada en la isla del Golfo Pérsico, gobernada por una dinastía musulmana suní y cercana aliada de Arabia Saudí y Estados Unidos. La población se queja de la dificultad del acceso a la toma de decisiones y de un trato injusto en el acceso a empleos estatales y vivienda.

Existen crecientes especulaciones de que el primer ministro bahreiní, el jeque Jalifa bin Salman al Jalifa, será reemplazado por el príncipe heredero, con carácter provisional. Los observadores que se encuentran en el país han dicho que el heredero se ha convertido en el hombre fuerte que ha dejado de lado por ahora los halcones de la corte real y al primer ministro.

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