Francis Triana o el lenguaje de los colores

Esther R. Medina / Esther R. Medina

Se comunica a través de la potencia expresiva de los colores, que combina en su paleta en busca de diversos efectos sensoriales. Francis Triana (Santa Cruz de La Palma, 1968), que entiende la pintura como un medio de comunicación en el que puede haber una implicación social, muestra hasta el próximo 15 de julio paisajes, marinas y rincones de la Isla en la sala de exposiciones 'Hay un mundo por conocer?La Palma' de La Molina Artesanía, en la calle Apurón de la capital palmera. “Trabajo mucho sobre el color, e intento expresarme con él más que con el propio contenido de la obra; últimamente estoy utilizando los tonos básicos, combinándolos, y ahora también hago uso del negro, como los grandes impresionistas, para realzar los colores básicos, aunque en esta exposición todavía no se nota mucho”, ha reconocido a LA PALMA AHORA.

Con el color comunica Francis Triana, pintor autodidacta y protésico dental de formación, “lo agradable y lo alegre, la fugacidad y la perdurabilidad de las cosas”. Este artista ha manifestado desde pequeño su capacidad creadora, especialmente en el dibujo, pero hasta 1998 no se dedicó a la pintura. En el año 2001 participó ya en alguna exposición colectiva y en 2004 realizó su primera muestra individual. A lo largo de su trayectoria artística ha experimentado con diferentes técnicas: “grafito, carboncillo, pastel, sanguina, acuarela, óleo? Ha sido un proceso creativo lento, sin prisa pero sin pausa”, explica.

Sus referentes en pintura son “todos los buenos, los clásicos”, y de los palmeros siente atracción por Luis Morera, que “es un fenómeno”, dice. “Los impresionistas al principio me motivaron mucho, pero ahora estoy tirando un poco al expresionismo, y buscando el simbolismo y el cubismo, pero esa es una fase que no se refleja es esta exposición”, aclara. “Busco una manera personal de pintar, no copiar pero sí absorber de todo en general, no de un creador en concreto”, añade. Tanto el arte figurativo como la abstracción le interesan. “Hay que coger de cada uno lo bueno, o lo que te apetezca, tanto de los pintores como del mismo arte en sí”, indica.

Lo que mueve a Francis Triana a coger el pincel es “el ser humano, es vital para mí aunque no aparezca en la mayoría de mis obras, siempre está presente como sentimiento; en el rostro humano también me inspiro mucho, aunque tampoco se refleje”, confiesa. “Un niño que juega en la arena, unos señores trabajando con unos contenedores en el muelle, cualquier situación puedo trasladarla al lienzo”, asegura. El desencanto y la miseria también tienen un hueco en su mundo creativo. “La parte más fea del ser humano me interesa igualmente; las miserias llegan por determinadas circunstancias sociales y económicas, y te vas inmiscuyendo cada vez más en esos temas, haciendo deducciones y expresando esos sentimientos en el lienzo o en el papel”, reflexiona. Porque Francis Triana utiliza el arte como “medio de comunicación, creo que no es otra cosa, me expreso a través de la pintura, y si en la obra no hay sentimiento, no hay arte, tiene que haber una implicación humana y social”, sostiene. “La pintura es una vía más que puede impulsar cambios en la sociedad, que permite hacer una crítica constructiva para buscar soluciones; es una opción”, afirma.

Triana se entrega a la pintura en su tiempo libre. “Necesito la soledad para crear, aunque también suelo pintar al aire libre o con amigos, pero cuando estoy solo es cuando intento perfeccionar al máximo”, indica.

Entre sus proyectos artísticos más próximos se encuentra una exposición colectiva en Lanzarote, en 2014, protagonizada por artistas palmeros. En esa muestra se podrá ver a un Francis Triana en una nueva fase de “abstracción total” que estará marcada por los 'ismos' que van progresivamente conquistando su obra.

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