En este artículo de opinión, voy a tratar de explicar cómo utilizan los narcisistas las disculpas. Cuando un narcisista comienza una alocución cuyo objetivo, supuestamente es pedir perdón, con la frase: “Pido perdón a la ciudadanía. Nunca debimos confiar en él”, a mi parecer, empieza bien mal. De entrada, ya incluye a los ciudadanos en SÚ error, y eso no me suena para nada a una disculpa. No demuestra un reconocimiento de culpa o asunción de responsabilidad.
La disculpa narcisista es una artimaña, una estrategia sofisticada para lograr que les perdonemos y que todo vuelva a la normalidad.
Al hacerlo suele quedar algo parecido a una astilla en nuestro interior, que nos ayuda a detectar que esa supuesta disculpa no ha resultado reparadora para nosotros.
Este tipo de personalidades nunca se arrepienten de sus palabras ni de sus acciones. Si buscan nuestro perdón es para que no nos alejemos demasiado ya que siempre necesitan alguien a su alrededor para inflar su ego y validar su existencia.
La personalidad narcisista es el mejor guionista de las disculpas falsas, aquellas que no buscan en absoluto reponer el daño causado.
Un narcisista nunca reconocerá un error, ya que esto pondría en peligro la imagen que ha construido cuidadosamente. Además, su falta de empatía les impide conocer el daño que han causado. Pedir disculpas, para ellos, no es más que una herramienta más en su caja de manipulación. Sus disculpas pueden parecer sinceras ya que dominan el arte de la teatralidad y la dramatización.
Investigaciones realizadas en la Universidad de Harvard han revelado algo interesante. No es que estas personalidades carezcan por completo de empatía, sino que ésta es disfuncional.
Existen cuatro tipos de disculpas narcisistas:
- La disculpa minimizadora: “Sólo han sido dos personas”, “Desgraciadamente en este mundo no existe la corrupción cero, pero sí existe la tolerancia cero”.
- La disculpa blanqueante. El narcisista intenta blanquear su responsabilidad.: “Yo no era conocedor de las acciones de estas personas”.
- La disculpa victimista, en la cual no asume en absoluto su responsabilidad: “Ya saben que estoy trabajando mucho por el bienestar del país” y “no tengo acceso de modo previo a los trabajos que realiza la policía judicial y hasta hoy confiaba en esa persona”.
- El narcisista se justifica en acciones o actitudes que hizo otra persona: “Lo conozco desde 2014, he trabajado con él, y para mí es una enorme decepción”. “Yo tengo muchos defectos, pero uno de ellos es creer en la limpieza de la política”. Otros lo han hecho peor…
¿Qué hacemos entonces al escuchar una excusa de este estilo?
Simplemente, tratar de ignorarla, para proteger nuestra salud mental. Las excusas que nos pueda ofrecer cualquier narcisista no ha de ser tomada en serio y debemos procurar no reaccionar ante ella, para impedir ofrecerle un refuerzo positivo. La indiferencia, siempre será nuestra mejor arma ante un narcisista. Otra cosa es que sus actitudes y acciones nos irriten, o lleguen al punto de hacer que nos sintamos ofendidos, ya que su actitud, en muchas ocasiones se pueda considerar una falta de respeto a la inteligencia de la ciudadanía. Posiblemente, tengamos que aprender a alejarnos de personas con esa personalidad o esperar unos años más y acertar a la hora de elegir a nuestros representantes políticos, si detectamos que sus acciones muestran rasgos de personalidad narcisista.