El manto de lava del volcán de La Palma se extiende ya sobre 400 hectáreas y la fajana ocupa casi 30
La lava del volcán de La Palma afecta ya a unas 400 hectáreas y el delta marino (o fajana) que ha formado en su caída al mar ocupa una superficie de casi 29,7 hectáreas, según la información actualizada este lunes por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
El derrumbe parcial anoche de la estructura del cono parece haber unido las bocas eruptivas del volcán, lo que está provocando un mayor caudal de salida de lava, que alcanza en determinados puntos casi un kilómetro de anchura máxima.
La ceniza afecta principalmente a la vertiente sur de La Palma y no se descarta que partículas más finas de ceniza puedan alcanzar El Hierro en esta jornada, señala el DSN.
La alta nubosidad impide la monitorización de Copernicus
La densa nubosidad que se ha instalado sobre el valle de Aridane ha impedido al sistema de satélites europeo de monitorización terrestre Copernicus actualizar la evolución de las coladas del volcán que entró en erupción el pasado 19 de septiembre.
En las redes sociales, Copernicus informa de que la imagen de muy alta resolución captada este domingo sobre la zona de Cumbre Vieja no es válida, por la cantidad de nubosidad, para la elaboración de un nuevo mapa de monitorización.
Hacia el mediodía de este lunes tiene previsto realizar un nuevo intento.
El número de edificaciones destruidas desde el inicio de su erupción el 19 de septiembre hasta este sábado era de 946, además de otras 128 posiblemente afectadas, según Copernicus. Esto significa que en una sola jornada aumentaron en 66 las construcciones, mayoritariamente viviendas, aunque también cuartos de apero, bodegas y otras instalaciones, destruidas por el avance de las coladas.
Preocupa la calidad del aire
Ante la merma en la calidad del aire en zonas próximas a la colada se decidió el desalojo del personal científico y de emergencias, así como de los vecinos que fueron a recoger enseres de sus viviendas. Según esta fuente, las calidades del aire en las zonas no evacuadas cercanas a la emisión del volcán se encuentran dentro de los niveles de normalidad.
El domingo se emitieron 16.000 toneladas de dióxido de azufre (SO2), según el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), una cantidad que podría ser incluso mayor debido a las limitaciones que tienen las medidas realizadas con sensores ópticos remotos tipo miniDOAS en posición móvil terrestre (con la instrumentación montada en un vehículo en movimiento), explica el Involcan en redes sociales.
El interés de monitorizar el dióxido de azufre responde a que la emisión de este parámetro geoquímico está “estrechamente” relacionada con la tasa de emisión de magma de este tipo de sistemas volcánicos, añade el Involcan. Si se observa una tendencia descendente de este parámetro geoquímico durante el proceso eruptivo será una señal “inequívoca” de que la erupción se acerca a su final, explica.
En cuanto a la prestación de servicios básicos, el suministro eléctrico y de telecomunicaciones opera con normalidad, no así el abastecimiento de agua potable y de riego, que se ha visto afectado en algunas localidades de El Paso y Los Llanos de Aridane.
Para garantizar el riego de las plantaciones afectadas, se espera que este lunes lleguen a la Palma dos plantas desaladoras portátiles que se instalarán en el área de Puerto Naos y se ha trasladado desde la península un buque cisterna con capacidad para 30.000 metros cúbicos que permitirá aumentar el caudal de agua para riego.
No cesan los terremotos
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado a primera hora de este lunes un terremoto de magnitud 3,7 en Fuencaliente, a unos 11 kilómetros de profundidad, tras una noche de alta actividad sísmica.
Otro de magnitud 3,4, también a primera hora, localizado en Mazo a 13 kilómetros de profundidad, ha sido sentido por la población.
Entre el otro terremoto de 3,7, localizado a una profundidad de 12 kilómetros en el suroeste de la Villa de Mazo, sobre las 20.15 horas del domingo, y este último, registrado a las 7.20 horas de hoy, el IGN ha contabiliza hasta 40 temblores, todos ellos repartidos entre Mazo y Fuencaliente.
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