Una planta vinculada
a la cultura del cuero,
en el taller del noquero
siempre bien considerada.
Tradicionalmente usada
para curtir los zurrones
en cubas o piletones,
donde la piel se transforma
y de cuero coge forma
a base de restregones.
Jócamo, 25.VII.2025
Nota: El zumaque o zumaquero es un arbusto que no suele superar los 2 metros de altura, con hojas alternas, que tienden a formar rosetas al final de las ramas. Son hojas pinnadas con un número impar de hojuelas aserradas, que recuerdan a las de las bencomias y rosalillos, endemismos botánicamente alejados de esta especie. Las flores, que pueden ser unisexuales o hermafroditas, se disponen en inflorescencias apiñadas, densas y amarillentas, que oscurecen al madurar.
Oriunda de la región mediterránea extiende su área de distribución hasta las islas Canarias centro-occidentales, sin que se haya registrado su presencia en Lanzarote ni Fuerteventura. Prefiere las medianías frescas, participando en los matorrales asociados a los montes termófilos (sabinares, acebuchales, lentiscares) parcialmente perennifolios, pues pierden la mayoría de sus hojas durante los rigores del estío. Localmente llega ser abundante y como Zumacal aparecen registradas en la fitotoponimia varias localidades de las Islas.
El zumaque debe su popularidad a la circunstancia de haber sido empleada desde tiempos remotos por los noqueros o curtidores de pieles en las tenerías. No en vano, el epíteto latino “coriaria” (coria = cuero), alude a las reconocidas propiedades curtidoras de la planta.
Durante el proceso artesanal de la curtición vegetal, las pieles se sumergen y restriegan en embalses o piletones con ramas de la planta, muy ricas en taninos con propiedades astringentes y antimicrobianas, que favorecen la transformación de las pieles en cuero, evitando su descomposición y mejorando sus propiedades físicas para ser posteriormente utilizadas en la manufactura de un sinfín de enseres domésticos o industriales por marroquineros, talabarteros, peleteros, zapateros, odreros, zurroneros, etc.