“El vino de tea es una joya por descubrir y hay que ponerlo en valor”

La bodeguera Patricia Perdomo.

Esther R. Medina

Garafía —

Asegura que los vinos de La Palma, en general, están llenos de “singularidades, tradición y paisajes” y su calidad es “extraordinaria”, pero considera que a los de la subzona norte “no se les ha dado el valor que realmente merecen”. La joven bodeguera garafiana Patricia Perdomo, técnico en Viticultura y Premio Enogastroturismo de la Universidad de La Laguna 2018, siente “un cariño especial” por los vinos de la comarca norte porque en Garafía se localiza su bodega familiar, que comercializa bajo la marca Piedra Jurada. “Los vinos del norte son joyas por su valor enológico y cultural, y con el de tea nos queda un trabajo de valorización”, afirma en una entrevista con La Palma Ahora. 

-¿Qué valoración hace de los vinos de La Palma en general?

-Enormemente positiva. Son vinos llenos de singularidades, tradición y paisajes, y su calidad es extraordinaria.

-¿Qué particularidades tienen respecto a los de otras islas del Archipiélago?

-Una de las particularidades de la Isla es los tipos de vinos que se elaboran, por ejemplo, el de Tea y los Malvasía Naturalmente dulces. Otra, que en La Palma, bajo la Denominación de Origen, solo trabajamos con variedades conocidas como locales y autóctonas.

-¿Viven un buen momento?

 -Viven un buen momento, pero confío en que vendrán aún mejores.

-¿Son valorados por los palmeros?

-Sí, cada vez son más valorados por los palmeros, de hecho, hay un aumento de su interés para conocer mejor sus características y singularidades, y se nota en la mayor participación en eventos gastronómicos y jornadas de formación.

-¿En qué zonas de la Isla se producen los mejores vinos?

-Las tres subzonas producen grandes vinos, aunque, en mi opinión, a los de la subzona norte no se le ha dado el valor que realmente merecen.

-¿Cómo es su relación con los vinos de la comarca norte?

-Bueno, les tengo especial cariño, pues mi familia ha trabajado siempre en esta comarca, es donde mantenemos los viñedos y también la bodega. Para mí son joyas por descubrir, existen excelentes Albillos Criollos, Listán Prietos, Vijariegos, Babosos, y el más especial, el vino de Tea. Con este último nos queda un trabajo de valorización, pero a cada persona que tengo la oportunidad de hablarle sobre estos vinos, se le ilumina la cara, no olvidemos que son vinos únicos en el mundo, ya no solo por su valor enológico sino también por su valor cultural. 

-¿A qué se denomina vinos de altitud?vinos de altitud

-Son vinos elaborados con uvas cultivadas a partir de 750-800 metros sobre el nivel del mar, a simple vista puede parecer indiferente, pero el cultivo en altitud aporta varios beneficios como mayor potencia aromática y conservación de la acidez debido a la existencia de inviernos más largos y a la diferencia térmica que normalmente hay entre el día y la noche.

-¿Qué propuestas hace para mejorar su calidad?

-Para mí es indispensable trabajar la tierra, conocer bien nuestros viñedos y variedades; también, los tipos de vinos que antiguamente se producían, y creer en la calidad que nos ofrece esta zona.

-¿Cómo fue su experiencia en el intercambio vitivinícola entre La Frontera y Garafía?

-Realmente enriquecedora, creo que pudimos conocer las particularidades de una isla tan pequeña y con una gran cultura vitivinícola como es El Hierro cuando Carmelo Padrón nos visitó, nadie mejor que él para mostrarnos un poquito de su tierra. Por mi parte, haber visitado El Hierro con los vinos de la comarca ha sido espléndido, las personas que participaron en el encuentro quedaron encantadas con nuestros productos, y creo que esto dice mucho de nuestro trabajo.

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