Último adiós con honores para el cabo canario muerto en Kosovo

La Agrupación de Apoyo Logístico 81 despidió este viernes con honores militares al cabo especialista Francisco Javier Roldán, fallecido el martes en Kosovo en un accidente de tráfico.

En el acto, el general jefe del Mando de Canarias, el teniente general José Luis Vega, distinguió al fallecido con la Cruz Militar con distintivo amarillo, que es la que se entrega a los militares fallecidos en acciones especiales.

El patio de armas del acuartelamiento de Ofra-Vistabella fue el escenario del acto funeral, que fue precedido por una misa oficiada por el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez.

Al acto, en el que estuvieron presentes los familiares y amigos del cabo fallecido, también asistieron, además de numerosos mandos militares, el presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro, el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, y la alcaldesa de La Laguna, Ana Oramas.

Asimismo asistieron el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, José Ramón Fernández, el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista, y el senador del PSOE por Tenerife José Vicente González Bethencourt.

Durante todo el acto, la familia de Francisco Javier Roldán, de 34 años, hizo muestras de un profundo dolor por su fallecimiento.

Compañeros del militar fallecido portaron a hombros el féretro con sus restos mortales al paso de la marcha fúnebre y, tras varios honores militares, una unidad de honores de la Agrupación de Apoyo Logístico 81 cantó La muerte no es el final.

En esta unidad estaban representados parte de los 42 militares militares de esta agrupación que partirán el próximo mes de noviembre hacia Afganistán.

Tras un responso fúnebre por parte del capellán del acuartelamiento, los compañeros del fallecido doblaron la bandera de España que cubría el féretro, así como la gorra del cabo y la cruz militar y se la entregaron al General Jefe del Mando de Canarias, José Luis Vega, quién se la dio a la madre y a los familiares más cercanos del militar fallecido.

Este fue uno de los momentos de más emoción del acto dado que la madre abrazó la bandera y las pertenencias de su hijo fallecido.

El acto militar concluyó con el himno nacional y el traslado del féretro hasta un coche fúnebre que lo tenía que trasladar hasta un tanatorio de Tenerife, donde se procederá a su incineración.

El brigada Carlos Sundargas explicó a los periodistas que el cabo Francisco Javier Roldán Maranjo llevaba en este destino desde 2004 aunque pertenecía al Ejército desde 1995.

Recordó que el cabo tenía la especialidad de mantenimiento de instalaciones y Kosovo no era la primera misión a la que acudía.

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