El vertedero de Juan Grande en Gran Canaria registró en 2008 más de 55.000 toneladas de residuos de construcción
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 30 (EUROPA PRESS)
El vertedero de Juan Grande en Gran Canaria registró el pasado año más de 55.000 toneladas de residuos de construcción y demolición (RCD), mientras que en el vertedero de Salto del Negro no hay un registro diferenciado de estos escombros, pero se estima unas 60.000 toneladas al año, a los que hay que sumar los que son abandonados ilegal e incontroladamente en barrancos y laderas en la isla.
Así lo informó hoy el consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Salvador León, en la inauguración de la jornada titulada 'Aplicación del Real Decreto 105/2008: Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición', donde apostó por “la necesidad de un control estadístico más exhaustivo de estos residuos”.
Este encuentro, organizado por la Consejería de Medio Ambiente, tiene como finalidad dar a conocer los objetivos de este Real Decreto, las obligaciones que establece y la aplicación de instrumentos para su cumplimiento.
En este sentido, León explicó que el Real Decreto por el que se regula la producción y gestión de los RCD tiene por objeto establecer el régimen jurídico de la producción y gestión de dichos residuos, “con el fin de fomentar su prevención, reutilización, reciclado y otras formas de valorización, asegurando que los destinados a operaciones de eliminación reciban un tratamiento adecuado y contribuir a un desarrollo sostenible de la actividad de construcción”.
Igualmente, establece obligaciones al productor, poseedor de los residuos de la construcción y demolición desde la fase de proyecto hasta la de ejecución de obras, así como al gestor de los mismos; regula las actividades de recogida, transporte, almacenamiento, valorización y eliminación y de utilización en obras de restauración, acondicionamiento o relleno.
APLICACIÓN “NULA” EN LA ISLA
A este respecto, el consejero reconoció que, a pesar de su entrada en vigor en febrero de 2008, su aplicación en Gran Canaria es“ prácticamente nula a cualquier nivel, existiendo pequeños esfuerzos aislados”. No en vano, comentó que “la aplicación correcta de esta normativa implica acciones coordinadas a nivel global por parte de las administraciones públicas y todos los agentes implicados, tales como proyectistas, constructores, gestores de residuos y transportistas, entre otros”.
Añadió que este problema se contempla en el Plan Territorial Especial de Residuos de Gran Canaria, que el Cabildo está tramitando actualmente, encontrándose en fase de Aprobación del Avance, así como en el Plan Territorial Especial para la Ordenación de la Actividad Extractiva y Vertidos (PTE-12) en fase de redacción del Avance.
En ellos se recoge que el régimen de control de la producción, posesión y gestión de los residuos de construcción y demolición se basa en la necesaria colaboración entre las comunidades autónomas y las entidades locales para el cumplimiento de las competencias que, respectivamente, les atribuye la legislación de residuos.
También se contempla que una de las dificultades por las que en la actualidad no se alcanzan unos niveles satisfactorios de reciclado de residuos de construcción y demolición es el hecho de que “hasta principios de este año, en su mayoría se depositan en vertedero a coste muy bajo, sin tratamiento previo porque no existían gestores valorizados operando en Gran Canaria para este residuo”, argumentó.
De hecho, indicó que en el año 2008 en el vertedero de Juan Grande se depositaron más de 55.000 toneladas de RCD. Por su parte, en el basurero de Salto del Negro se estima unas 60.000 toneladas al año.
Por último, León reiteró que el Plan Territorial Especial de Residuos, junto con el PTE-12, además propone actuaciones de fomento de la prevención de estos residuos, impulsa la instalación de plantas de tratamiento de estos residuos desde su recogida de los de origen domiciliario ampliando la Red de Puntos limpios, como para su selección y transferencia, reciclaje y valoración, así como actuaciones para la restauración de áreas degradadas: vertidos incontrolados y explotaciones de áridos abandonadas y en explotación.