Declarada de emergencia la reconstrucción de la carretera GC-500, en Mogán, tras los desprendimientos

Desprendimientos en la GC-500.
Las Palmas de Gran Canaria —

El Cabildo de Gran Canaria ha declarado como emergencia la retirada de escombros y reconstrucción del kilómetro 44 de la carretera de GC-500, entre Taurito y Mogán, después de que en dicho punto un talud se desprendiese el pasado 11 de julio, lo que provocó dos heridos.

El consejero de Obras Públicas e Infraestructuras del Cabildo de Gran Canaria, Ángel Victor Torres, ha celebrado que el Consistorio insular declare de emergencia la reparación de la carretera porque esto permite que los trabajos de reconstrucción comiencen lo antes posible, y los trámites no se alarguen durante meses.

El procedimiento ha comenzado con la petición por parte de la Consejería de que las obras de reparación se declarasen de emergencia, y una vez este primer paso ha sido aprobado jurídicamente, la sección de intervención del Cabildo ha buscado financiación para la reconstrucción, ya que es un gasto extraordinario que no se contempla en la partida presupuestaria de ninguna Consejería.

Así, establecido un presupuesto de 179.000 euros, el consejero ha sostenido que las labores en la carretera que va desde Taurito a Mogán podrían comenzar “a finales de la próxima semana”, y ha añadido que, según un informe que analiza la reparación las obras, durarían “dos meses y medio, aunque el plazo se puede reducir”.

Los trabajos consistirán en la retirada de los escombros, la instalación de un sistema de protección de taludes que se basará en la colocación de una malla metálica de 300 metros de longitud y 30 de altura; y la reconstrucción del muro que sostiene la carretera.

“Una vez estén terminadas las obras, volveremos a hacer un estudio y no abriremos la carretera hasta que estemos seguros”, ha dicho Torres. No obstante, ha asegurado que “las medidas de máxima seguridad no evitan del todo los desprendimientos en ningún lugar del mundo, pero sí reducen el riesgo”.

Torres ha destacado la importancia de poder empezar las obras lo antes posible porque se produce cierto grado de aislamiento para los conductores de vehículos discrecionales, como bicicletas, motos de baja cilindrada, o coches con limitaciones de velocidad, que no pueden transitar por la única vía alternativa, la GC-1.

Con todo, Torres ha querido dejar claro que el desprendimiento se debió a la “erosión” y no a la cercanía de “un macizo con grietas en el entorno”, como se había especulado. Además, el consejero ha deseado una “pronta recuperación a los afectados por el derrumbe”. 

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