El Frontex ha interceptado 7.099 inmigrantes durante 2007
El dispositivo aeronaval europeo -denominado Hera- que coordina la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) para frenar la salida de cayucos desde África y con destino a Canarias ha interceptado “7.099 inmigrantes” irregulares “en lo que va de año”, transmitió a el director general adjunto de esta agencia, Gil Arias, quien concretó que esta cifra corresponde exactamente al 23 de octubre.
Las detecciones de los inmigrantes cuyo objetivo era llegar al Archipiélago se han realizado tanto en “aguas” como en “playas” africanas ya que en ocasiones son interceptados cuando se disponen a embarcar.
Estas cifras suponen un incremento en comparación con los datos del pasado año y confirman la eficacia de la misión europea en la reducción de los flujos migratorios ilegales entre África y Canarias, destacó Arias.
En este sentido, los datos actuales no sólo superan los registrados hace un año, a finales de octubre de 2006, cuando la misión aéronaval Hera 2 había detectado a 2.800 inmigrantes, sino que también son superiores a las cifras globales del año pasado ya que cuando concluyó la misión en diciembre se habían interceptado 4.290 inmigrantes.
No obstante, hay que tener en cuenta que en 2006, las patrullas europeas iniciaron su operación a partir del mes de agosto, mientras que este año, el dispositivo entró en funcionamiento en febrero desde cuando, y salvo un parón previo al verano, ha sido prácticamente permanente.
“Peligro potencial” pero no barcos negreros
En cuanto a la presencia de medio centenar de barcos chatarra en Guinea Conakry que podrían ser utilizados por las mafias para trasladar ilegalmente a inmigrantes asiáticos, que se encuentran en esta país subsahariano, hasta Europa, el director general adjunto de Frontex confirmó que “esta cifra puede ser bastante realista” y que, según las fuentes consultadas por la agencia que no dispone de un equipo de expertos propio, hay “entre 30 y 50 barcos”.
No obstante, Gil Arias quiso “aclarar” la situación para evitar que se transmita un “mensaje alarmista”. “Los barcos en cuestión son barcos chatarra que se encuentran en estado de semiabandono en las inmediaciones del puerto de Guinea Conakry, pero no son barcos negreros”, explicó el director general adjunto de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores.
Arias reconoció que estos buques que pueden ser adquiridos por las mafias a un precio asequible y que aún disponen de capacidad de flotación suficiente para emprender la ruta “eventualmente podrían ser utilizados por las redes” como ya ocurrió con los casos del Marine II y el Happy Day “para intentar llegar a Europa”. Pero, “esto no quiere decir que se vaya a hacer” con certeza, insistió.
“Están allí” y “son un riesgo potencial” por lo que hay que vigilar la situación, que por el momento tienen “más o menos bajo control” las “autoridades españolas”, consideró el director general adjunto desde Varsovia.
Para afrontar este riesgo lo “ideal” sería incluir a Guinea Conakry en el área operativo de las patrullas europeas, algo que no es posible ante la falta de un acuerdo con este país subsahariano. Un acuerdo que España busca actualmente por lo que si consigue cerrarlo, a nivel bielateral, Frontex podría asociarse a Madrid para “trabajar allí”, añadió.
En el caso de que vuelva a detectarse un barco chatarra cargado de inmigrantes irregulares como ocurrió anteriormente con el Happy Day y el Marine II, el buque debería conducirse al puerto seguro más cercano del lugar donde sea interceptado, según las normas marítimas internacionales.
Sin embargo, tal y como admitió Gil Arias se crean “situaciones muy difíciles de gestionar” ya que las repatriaciones son muy caras, los inmigrantes ?en estos casos mayoritariamente asiáticos- no son del páis de donde zarpa el buque e incluso el país de origen puede rechazar la repatriación de sus nacionales.
Equipos de reacción rápida
Por último, el director general adjunto de Frontex adelantó que el próximo 6 de noviembre se realizará el primer simulacro de intervención de un equipo de reacción rápida en las fronteras (Rabit, en sus siglas en inglés) ante una llegada masiva de inmigrantes irregulares en el aeropuerto de Oporto en Portugal.
Rabit supone una reserva estratégica de personal calificado ?con entre 250 y 300 agentes- que proporciona una asistencia técnica operativa y rápida, y al mismo tiempo temporal, cuando un Estado miembro realice un llamamiento a Frontex ante una situación de urgencia por la llegada masiva de inmigrantes clandestinos.
