El juez deja en libertad al acusado de quemar a una joven en La Isleta tras apuntar la víctima que el incendio fue fortuito

Canarias Ahora

16 de septiembre de 2025 14:15 h

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El Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia de Las Palmas de Gran Canaria (Instrucción 3) ha acordado este martes revocar la orden de prisión dictada el pasado 21 de junio contra el joven presuntamente implicado en las lesiones por quemadura que sufrió una menor en el bario de La Isleta, en la capital, y ha acordado dejarlo en libertad provisional mientras continúa la investigación.

Según informan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la razón es que la menor, mejorada de sus heridas, ha podido prestar declaración ante la Policía, y su relato coincide con el del investigado, apuntando ambos a un caso de incendio fortuito.

A juicio del magistrado Tomás Martín, en este momento procesal no existen indicios para imputar al investigado por tentativa de homicidio o lesiones dolosas graves, aunque la investigación continúa para determinar si pudo haber una imprudencia.

Ante este nuevo escenario, el instructor considera “desproporcionada” la medida cautelar de prisión provisional. El investigado no podrá salir de la isla y tendrá que acudir todas las semanas a los juzgados para firmar.

La víctima niega haber sido rociada

El auto dictado este martes señala que un primer informe médico había apuntado “con aparente rigor científico” que las lesiones que presentaba la víctima habían sido causadas “necesariamente” con un líquido acelerante o inflamable vertido directamente sobre ella.

Sin embargo, la versión inicial ofrecida por la propia víctima, una menor de 17 años tutelada por el Gobierno de Canarias, a la Policía “coincide con las manifestaciones del investigado y con lo reconstruido en la diligencia de reconstrucción de los hechos, en el sentido de que el incendio se habría producido de manera fortuita”, apunta el auto.

El juez sostiene que la declaración de la víctima “consolida la tesis” mantenida desde un principio por el grupo de Homicidios de la Policía Nacional.

El auto también alude a informes médicos posteriores que “relativizan” la hipótesis de que la víctima fuera rociada con líquido inflamable. “La propia víctima ha negado expresamente tal extremo, consolidándose así la tesis policial inicial de que nos hallamos ante un incendio accidental en el que la víctima resultó atrapada en la habitación, pese a los intentos de auxilio del investigado”.

De esta manera, el informe del cuerpo de Bomberos y las conclusiones de la policía científica “refuerzan la consideración de que el origen del incendio es compatible con una causa fortuita”. Según el magistrado instructor, resulta relevante que en el vídeo mejorado de la salida de ambos del inmueble se observa cómo la víctima y el investigado se reencuentran en la vía pública y se abrazan, “gesto que revela cooperación en la evitación del peligro”

La investigación se mantiene abierta para dirimir si el investigado cometió una imprudencia en el origen del incendio, “sin perjuicio de que las actuaciones posteriores desplegadas por este para auxiliar a la víctima atenúen en gran medida tal eventual responsabilidad”.