Un 31,2% de la población en Canarias (698.000 personas) se encuentra en riesgo de sufrir pobreza y exclusión social. Es el resultado del último informe publicado por la Red Europea de Lucha contra la pobreza, que presenta cada año la tasa AROPE. La cifra se ha reducido respecto al año pasado, cuando el porcentaje era de 33,8%. Si se atiende a los últimos diez años, el Archipiélago ha reducido esta tasa en 7,2 puntos, ya que en 2015 presentaba un porcentaje de personas en este riesgo del 38,4%.
El informe recuerda que se considera que las personas están en riesgo de pobreza si viven en un hogar cuyos ingresos anuales son inferiores a 11.584 euros por unidad de consumo (965 euros al mes).
No obstante, uno de los datos más llamativos del informe de este año es el alto porcentaje en el que se ha disparado el gasto en alquiler de los canarios y canarias; en un 68,1%. De hecho es esta comunidad junto a Balears (77,6%) la que más encareció el precio del alquiler.
Asimismo, Madrid y Canarias, son de nuevo las regiones en las que más creció el gasto medio dedicado a la cuota hipotecaria con un 34% y 31,4%.
El informe señala que el porcentaje de gasto que se destina al pago de la vivienda constituye un indicador esencial del esfuerzo económico de las personas, y su análisis permite identificar importantes diferencias según el nivel de ingresos. En este sentido, existe cierto consenso en que este gasto destinado a la vivienda, en condiciones ideales, debería representar en torno al 30 % de la renta disponible.
En 2024, hay cuatro comunidades con un porcentaje de personas con gasto elevado en la vivienda superior a la media estatal: Comunidad de Madrid, Illes Balears, Canarias, Comunitat Valenciana y Catalunya.
En Canarias, un 9,3% de la población tiene un gasto en alquiler superior al 40% de su renta disponible.
En cuanto a la tasa de pobreza, Canarias presenta una en estos momentos un dato del 24,6% en 2024 que afecta a algo más de 550.000 personas, un indicador que ha ido desde 2015, cuando se golpeaba al 30,7% de la población.
Una pobreza infantil que alcanza al 36,4%
El dato de pobreza infantil sigue siendo bastante elevado en las Islas hasta alcanzar al 36,4% de la población menor de edad, 0,4 puntos más que el año anterior.
Según el informe, el 10,8% de la población del Archipiélago tiene carencias materiales severas. Así, un 17,7% presenta retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos.
Por otro lado, el 45,4% no puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa, al menos una semana al año y el 18,1% no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada durante los meses de invierno.
El 10,3% de la población canaria no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado (o equivalentes para los vegetarianos) al menos cada dos días a la semana. Y, además, el 6,9% no puede permitirse tener un coche.
Asimismo, un 33,2% de la población no puede permitirse sustituir los muebles estropeados o viejos y un 10,2% no puede permitirse sustituir las ropas estropeadas por otras nuevas. Además, 3,0% no puede permitirse dos pares de zapatos.
Un 14,5% no puede permitirse reunirse con amigos y/o familiares para comer o tomar algo al menos una vez al mes; un 17,3% no puede participar regularmente en actividades de ocio tales como deportes, cine, conciertos etc y un 20,4% no puede gastar una pequeña cantidad de dinero en sí cada semana.
Además, hay un 2% de canarios y canarias que no puede permitirse una conexión a internet (fija o móvil) para uso personal en el hogar.
La Red Europea de Lucha contra la pobreza incide en que el mero crecimiento del PIB no es suficiente para garantizar una mejora en las condiciones de vida de las personas. “En este sentido, la disparidad de la evolución entre PIB y pobreza matiza con una dosis de realidad los análisis de bienestar basados exclusivamente en datos macroeconómicos de crecimiento, que en ocasiones obvian el impacto real en los segmentos más pobres de la población”, incide el informe.
En el mismo sentido, insisten con el empleo, aunque es cierto que está relacionado con la tasa de pobreza, no es el único que factor que influye. “En todas las regiones el desempleo se redujo por encima del 35,0 % y, sin embargo, la tasa de riesgo de pobreza disminuyó en doce de ellas y creció en otras cinco. Así, la tasa de pobreza aumentó en regiones como Cantabria o Aragón en las que se registraron las mayores reducciones porcentuales de desempleo de este periodo”.
Por ello “conviene llamar la atención sobre lo peligroso que resulta mantener la narrativa de la creación de puestos de trabajo, por sí sola, es la vía indispensable para acabar con la pobreza. Si bien, el empleo es un elemento clave de inclusión social, la evidencia muestra que su mera expansión no garantiza una mejora de las condiciones de vida”.
El informe también incide en que “no es posible comprender en profundidad el alcance de estos valores ni su auténtica y real representatividad de las condiciones de vida de las personas sin hacer referencia al importante papel de las distintas Administraciones del Estado en la redistribución de los recursos y sus consecuencias en la reducción de la desigualdad y la mejora del bienestar colectivo, especialmente de las personas más desfavorecidas”.