La última ola de calor ha vuelto a evidenciar que las aulas de los centros educativos de muchas de las zonas de Canarias siguen sin estar preparadas para esos episodios de altas temperaturas. Se trata de una reivindicación histórica, ya que muchos de los colegios e institutos están construidos desde hace décadas con materiales antiguos que no estaban pensados para combatir el cambio climático. La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ha asegurado que ha puesto en marcha un plan para adaptar los centros y acondicionar zonas de sombra en hasta 160, pero aún queda camino por hacer. Así lo han hecho saber esta semana sindicatos, familias y la oposición en el Parlamento de Canarias. Todos han hecho reproches sobre el recien estrenado protocolo ante las altas temperaturas, que establece distintos niveles de riesgo, el más alto de ellos, la suspensión de las clases presenciales.
“La ola de calor ha vuelto a poner de manifiesto que los centros educativos de las Islas no están adaptados a situaciones de altas temperaturas. En cuanto a su gestión, existió cierta descoordinación. Es verdad que es la primera vez que se aplica el protocolo, pero hay problemas que difícilmente se van a resolver con el documento actual. El principal es que el protocolo deriva toda la responsabilidad en los equipos directivos, cuando la Administración, que es quien dispone de toda la información y coordina los recursos, debería tener un papel mucho más protagonista. Los equipos directivos están saturados debido a la excesiva burocracia y a la gran cantidad de protocolos que deben aplicar, y esto supone una carga más para la que no cuentan con tiempo ni recursos”, destaca Pedro Crespo, del sindicato ANPE.
Por su parte, desde STEC-IC, Gerardo Rodríguez, subraya que el balance de la gestión de la ola de calor en las aulas “no es bueno”. “Se gestionó mal, se planificó mal porque había ya avisos por parte de la AEMET y, por lo tanto, no creo que se hicieran las cosas correctamente. Desde el punto de vista de la planificación falló todo. Había centros en la misma ciudad, en la misma zona y casi que en la misma calle que estaban unos abiertos y dando clases y otros cerrados”, resume.
Para Marian Álvarez, presidenta de FAPA Galdós (que suma a las AMPAS de Gran Canaria), es urgente “adaptar las aulas a las altas temperaturas que vamos a tener ya que esto va a empeorar. Si tienes que comprar 20.000 pingüinos, 20.000 ventiladores, que compres lo que tengas que comprar, pero que lo resuelvas”, remarca, “porque lo que no lo resuelve es comprar sensores para que nos digan que hace calor, que fue lo que hizo. Porque los sensores no quitan el calor, te dicen el calor que hace. Eso ya lo sabemos”, incide.
“Las aulas son un horno” era la frase más repetida en Canarias la pasada semana en pleno aviso por calor. En el colegio de Bañaderos, un grupo de madres llegó a movilizarse para reclamar zonas de sombra en el centro educativo, ya que los niños y niñas han llegado a sufrir quemaduras e insolaciones. En olas de calor como la vivida la medida por la que se opta es la de no bajar al patio.
En otros centros educativos las madres y padres se llegaron a organizar para llevar ventiladores de casa. Es la respuesta que le dieron a las familias de un colegio concertado del sur de Tenerife cuando se quejaron de que el alumnado salía de las aulas muy afectado por el calor. Le dijeron que les daban la opción de traer ventiladores pequeños de casa para sus pupitres y salir al baño a refrescarse el cuello, pero que carecían de presupuesto para poner ventiladores o aire acondicionado en las clase y que no podían abrir las ventanas porque entraba aire caliente. La solución del centro no contentó a las madres y padres ya que muchos de sus hijos son muy pequeños y creen que el colegio debería implicarse en tomar otras medidas, teniendo en cuenta que además pagan una cuota al mes.
En Tenerife precisamente hasta siete centros educativos públicos optaron por suspender las clases presenciales y otros centros por salir antes de clase el pasado viernes.
Los sindicatos afean que son los propios centros educativos quienes tienen que activar el nuevo protocolo. “Debe llevarse a negociación con la representación sindical, pues es el profesorado quien conoce de primera mano la realidad de cada centro y las dificultades que entraña la aplicación de las medidas con los recursos de los que dispone. Defendemos la autonomía de los centros educativos, pero no se les puede trasladar la responsabilidad en un asunto tan delicado como este, que puede implicar la decisión de suspender la actividad presencial. Además, se da pie a que se adopten medidas muy diferentes entre centros afectados por el mismo nivel de riesgo, incluso dentro de un mismo municipio. La Administración tiene que ponerse al frente de este tipo de situaciones”, incide Pedro Crespo, de Anpe.
Desde STEC -IC también inciden en que es un protocolo que “falla” y que tiene “carencias” y creen que la causa es que no se admitieron sugerencias de los sindicatos. Gerardo Rodríguez también reprocha que se traslade la responsabilidad a los centros de suspender a las clases, algo que cree que debería tomar la propia Consejería y sostiene que el protocolo está incompleto, ya que los episodios de altas temperaturas serán cada vez más frecuentes. Insiste en que su sindicato hizo aportaciones a la Ley de Cambio climático de Canarias y cree que la educación en materia de Medio Ambiente debe ser clave en el currículo educativo. También cree que la climatización de las aulas debe ir más allá de la idea de poner aire acondicionado y deben aplicarse medidas sostenibles como la transición energética, los huertos escolares, las zonas de sombra, entre otras.
“Nuestros centros no cuentan con recursos adecuados para garantizar condiciones de aprendizaje y de trabajo dignas en un contexto de temperaturas extremas cada vez más frecuentes. La situación es tal que hay docentes que se ven obligados a llevar sus propios ventiladores a las aulas. Resulta urgente acelerar las inversiones para climatizar los espacios, habilitar más zonas de sombra, continuar techando patios, rehabilitar energéticamente los edificios y eliminar los barracones que aún quedan. Hay que incrementar los recursos porque las necesidades son numerosas y urgentes”, añade Pedro Crespo, de Anpe.
¿Estamos preparados para las clases telemáticas?
Por su parte, Marian Álvarez agrega que el protocolo de altas temperaturas está impregnado de cuestiones de sentido común, que cree que no hacía falta poner escrito. Lo que sí añade es la suspensión de las clases presenciales o las salidas tempranas. “Hablan de que se pasa a un modelo de formación online que no existe en realidad”, reprocha. En este sentido, recuerda que el alumnado de la ESO puede seguir algo de formación online, sobre todo subir tareas, pero para el alumnado más pequeño es muy complicado. “¿Cómo va a haber formación online para niños de Primaria si no están sus padres y sus madres en casa y si no tienen los recursos?”, se cuestiona. “¿Pueden niños de Primaria estar solos en su casa porque en su cole hace mucho calor mientras sus padres están trabajando?”
“La opinión de las familias es que esto hay que arreglarlo ya. O sea, que no se puede esperar a que haya otra ola de calor para mandar los niños a casa”, insiste Álvarez. “Desgraciadamente, a día de hoy en Canarias, las clases online no cumplen con el derecho a la educación. Entonces, aquí es la Administración quien está vulnerando ese derecho. Y lo que tienen que hacer ya es dotar a los centros educativos de las condiciones necesarias”, subraya.
La presidenta de Fapa Galdós incide en que el problema de las infraestructuras educativas no es de la Consejería actual, pero añade que hace ya dos años desde que se tomó la decisión de suspender las clases por la anterior ola de calor, por lo que “han tenido un tiempo para hacer algo más que un protocolo”.
“Entonces yo entiendo que aquí debería haber un gran acuerdo que parta de la Presidencia del Gobierno, ya ni siquiera de la Consejería de Educación, y que se haga un plan urgente, que se dote con todo el dinero que haga falta para que los colegios sean sitios seguros para la lluvia, para el calor, para el frío, para lo que haga falta. Pero no podemos seguir así”, remarca.
Sobre las clases no presenciales, para Anpe, “estamos en una situación mejor que antes de la pandemia a la hora de impartir clases no presenciales. Ya tenemos esa experiencia acumulada y sabemos que es posible. Sin embargo, entonces se hizo de una forma más o menos improvisada, sin mucho tiempo para planificarlo. Hay aspectos que mejorar y, sobre todo, faltan medios para que todo el alumnado pueda incorporarse a la actividad lectiva no presencial cuando sea necesario”.
STEC-IC cree que debe tenerse en cuenta el contexto socio económico de las familias, ya que un 35% de la población canaria está en riesgo de pobreza y exclusión y esto hace que el alumnado tenga más dificultades de seguir las clases en casa, muchas veces por no tener un entorno para ello.
La oposición afea la gestión de la ola de calor
Los grupos Nueva Canarias y PSOE denunciaron este martes en el Parlmanento de Canarias los problemas provocados en los centros educativos canarios durante el último episodio de altas temperaturas. El Gobierno regional, por su parte, defendió que el inicio de curso de ha desarrollado con total normalidad y sin apenas incidencias.
“Aulas convertidas en saunas y niños que han empezado el curso sudando como pollos, mientras se traslada la responsabilidad de activar el protocolo a los equipos directivos de los centros”, se quejó la diputada Carmen Hernández, de Nueva Canarias. Por su parte, el PSOE tachó de “bochornosa e ineficaz” la gestión de la ola de calor en las aulas.
Un plan de zonas de sombra
La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias recalcó la pasada semana que el pasado año se publicó el plan de adaptación de los centros educativos a las altas temperaturas y entre otras actuaciones se incluyen los espacios de sombras. Desde entonces, hasta la actualidad, asegura que se han creado espacios de sombra en 160 centros educativos de las Islas.
El director general de infraestructuras apuntó que para ello se han seguido varios criterios y que en colaboración con los cabildos se están ejecutando espacios de sombra en Lanzarote, La Gomera y El Hierro. “Seguimos creando espacios de sombra en el sur de la isla de Fuerteventura, en los municipios de Tuineje y Pájara y en estos momentos nos encontramos esperando una colaboración económica por parte de los cabildos de Tenerife, Gran Canaria y La Palma”.
Asimismo, la Consejería aseguró la pasada semana que el viceconsejero José Manuel Cabrera se reunió con los equipos directivos de las etapas de Infantil, Primaria y Secundaria de toda Canarias, para asesorar y aclarar dudas sobre la aplicación del Protocolo de actuación en el ámbito educativo ante situaciones de altas temperaturas.