Viviendas sobre suelo rústico: Canarias ya solo cultiva una hectárea de cada tres aptas, el 6% de la extensión regional

Román Delgado

Santa Cruz de Tenerife —

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El retroceso intenso en Canarias, en los últimos decenios y por múltiples razones, de la superficie con potencial agrícola que ya no se mantiene en cultivo en las islas se lo puede poner muy fácil al director del Instituto Canario de la Vivienda (Icavi), Antonio Ortega, que este martes ha anunciado que el Gobierno autonómico se propone ampliar a todo el archipiélago la posibilidad prevista para La Palma [decidida por el impacto de la erupción volcánica de septiembre de 2021 y por ello excepcional] de que se puedan construir viviendas en suelo rústico, en determinadas condiciones.

De salir adelante la iniciativa legal que parece tiene sobre la mesa el Ejecutivo del nacionalista Fernando Clavijo, este Gobierno, el respaldado por el pacto de CC, PP, AHI y ASG, ya debe saber que la marcha negativa, en términos generales, de la agricultura en las islas, gran parte de ella localizada en las medianías y toda en suelo de uso rústico, se lo pondrá algo más sencillo.

Así mismo puede ocurrir, pues lo cierto, lo que trasladan los datos oficiales que maneja la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, con Narvay Quintero al frente, es que la superficie del sistema agrario de Canarias (el suelo disponible y con posibilidades de ser cultivada o explotado en la ganadería) alcanza las 121.674 hectáreas, el 16,4% de la superficie total de Canarias, tal y como detalla la fuente Mapa de cultivos de Canarias (2019-2023).

Hasta aquí, todo normal, más o menos bien, pero es que de ese valor absoluto de tierra con posible uso agropecuario (las 121.674 hectáreas), Canarias hoy solo cultiva, al cierre del año 2023, 40.861 hectáreas (son 54.134 hectáreas si se incluyen los pastos permanentes), lo que representa el 36,9% de todo su potencial de suelo para la producción de alimentos; o sea, prácticamente la tercera parte de aquel registro global.

Las otras dos partes (el 63,1% de las 121.674 hectáreas de uso agrario útil en las islas), principalmente en las medianías, están sin uso; son suelos baldíos o espacios casi siempre llenos de maleza, justo el territorio, el suelo rústico potencial, que se pondrá a tiro del Icavi tras la propuesta lanzada este martes por su director, Antonio Ortega, una intención que no ha tardado en ser contestada con duras críticas en las redes sociales.

Las declaraciones tan fresquitas de Ortega, seguro sin quererlo, han contribuido a echar un vistazo a la situación actual del campo en las islas (suelo rústico), algo que de hecho ha facilitado la intervención en esta misma jornada del consejero Narvay Quintero dentro del Foro Agro Santander-El Día, celebrado por la mañana en Tenerife.

Atendiendo a los registros oficiales servidos en esa cita agropesquera, que son en esencia los de la fuente ya reseñada, actualmente la superficie cultivada en las islas es solo el 6% de toda la extensión del archipiélago, mientras que la superficie no cultivada y apta para serlo ya llega al 10,2% (la suma de esas dos variables coloca el umbral en el 16,2%, que son las 121.674 hectáreas del sistema agrario de Canarias -2023-).

Del 6% de la superficie en cultivo, en producción agrícola, la mayor parte pertenece al plátano (principal cultivo de exportación), con el 19,3% (7.886 hectáreas) de la superficie total aprovechada (40.860 hectáreas), mientras que el resto se destina a frutales, con el 17,5% de dicho suelo y las explotaciones de subtropicales dominando, con 4.184,16 hectáreas y supremacía del aguacate, junto con los cítricos, con 1.197. La viña, con 6.280 hectáreas, casi toda uva de vinificación, ocupa el 14% de la superficie atendida en Canarias, donde hay 5.907 hectáreas bajo invernadero y 28.579 en regadío, con el 70% del total que se halla en explotación.

El campo isleño y sus registros económicos tan modestos

El sector primario local contribuyó en el ejercicio de 2021 con 702 millones de euros (722 en 2020) al Producto Interior Bruto (PIB) de Canarias, según dato de avance servido por el INE de la Contabilidad Regional de España, lo que supuso solo el 1,6% del PIB canario (por el 1,9% de 2020), que alcanzó en 2021 los 42.656 millones de euros (registro a precios de mercado, dato nominal).

Desde 2016, la renta agraria isleña inicia un periodo lento de recuperación que se mantiene casi hasta la actualidad, con aportaciones totales al PIB por encima de los 700 millones de euros entre 2019 y 2021.

Dentro de la aportación agraria total, la producción vegetal supuso en 2021 el 83,7%. La escasa aportación del sector agropesquero de las islas al PIB de Canarias, por debajo del 2%, se explica, en parte, por la evolución de las importaciones (con cada vez más dependencia del exterior y aún autoabastecimiento muy reducido), que han seguido una línea ascendente durante el periodo 2000-2022 (+65,8%), mientras que las exportaciones desde las islas (plátano, subtropicales, pesca fresca y congelada y poco más, tras la caída del tomate) han respondido de forma contraria, con una reducción en la etapa de referencia del 32,1% (con mínimo en 2021).

En cambio, la población rural de Canarias, pese a que la actividad agroforestal ha ido decayendo, aumentó el 2,9% entre los años 2019 y 2022 y ya representa el 10% de la población total en las islas. Esta tendencia se explica por la escasez de vivienda asequible en las ciudades y en los núcleos con función turística extrema, lo que contribuye a la búsqueda de núcleos dormitorio o al repliegue familiar en muchos casos.