Adiós a una de las dos chimeneas de la central térmica de Candelaria

Endesa ha desmantelado una de las dos chimeneas de la central térmica de Candelaria, en Tenerife, tras seis meses de trabajo y la actuación de nueve operarios y dos robots diseñados para derruir esta construcción de 76,5 metros de altura, que dejó de estar en funcionamiento el 3 de octubre de 2010.

El proyecto de desmantelamiento de la chimenea ha implicado también el desmontaje y retirada de material de los grupos de vapor 3 y 4, ambos fuera de servicio desde hace tiempo después de una vida útil de 487.770 horas, además de la retirada de los grupos de vapor 1 y 2, fuera de servicio desde hace años y con una vida útil similar a los anteriores, ha informado este martes Endesa en un comunicado.

La chimenea retirada constaba de 76,5 metros de altura, con un diámetro en la base de once metros y medio y en la coronación de seis metros y medio y sus obras de demolición en esta fase han generado 400 toneladas de hormigón, de los que 300 toneladas han sido extraídas mediante la ayuda de dos robots utilizados por primera vez en Canarias, mientras que para la demolición de los últimos diez metros se utilizó una retroexcavadora desde el suelo.

El desmantelamiento se inició desde la cota más elevada de la chimenea, a la que se accedió a través de un ascensor instalado para la ocasión para trasladar a los operarios en un proceso de 25 y 30 minutos.

En este proyecto intervinieron por primera vez dos robots de tecnología puntera tipo 'Brokk 110' provistos de martillo demoledor y cizalla, que con los brazos totalmente desplegados miden 1,85 metros de largo, 1,15 metros de alto, 0,78 metros de ancho y cada robots pesa 990 kilos.

Este proyecto se enmarca dentro de “los avances” de la empresa para la descarbonización y la transición energética en Canarias y supone “todo un símbolo hacia una concepción energética más respetuosa con el medio ambiente”.

La obra ha permitido extraer 1.626 toneladas de hierro y acero, 14 toneladas de aluminio, 3 toneladas de cobre, 1.164 toneladas de hormigón, 52 toneladas de material de aislamiento, 10 toneladas de cables y 180 toneladas en equipos eléctricos, con un total de 3.052 toneladas de material obtenido en el proceso de desmantelamiento, según datos de Endesa.

La mayoría de estos materiales han sido trasladados vía marítima fuera de Canarias para ser convertidos de nuevo en materia prima reciclada en plantas situadas en Europa, lo que resulta en un 94% del material extraído de la chimenea con una segunda vida, explica la compañía.

El jefe de proyectos térmicos de Endesa Generación, Daniel Ruiz, ha explicado que las condiciones climatológicas de viento, lluvias intensas, olas de calor o la calima obligaron a perder diez jornadas laborales por seguridad en las obras.