Catálogos según para quien

Somos conscientes de la que nos va a caer este fin de semana del lado más occidental de nuestros lectores, especialmente de los que consideran que cargamos a la derecha, según se miren las Islas Canarias de frente. Es decir, que somos unos irredentos canariones. Pero la coincidencia de los temas que en esta ocasión les acercamos conduce a esa impresión, que desde luego lamentamos. Pero lo que ocurre, ocurre y no lo vamos a cambiar ahora nosotros. Una artista amiga de la casa ha invertido cierto tiempo en observar los últimos catálogos de exposiciones recientes en el Archipiélago, las de Pérez Navarro en el Gabinete Literario, y la de Carmen Cólogan en Mapfre, por ejemplo. Ambos catálogos han sido costeados (uno directa y otro de modo diferido -entiéndase el eufemismo-) por el Gobierno de Canarias e impresos en Sabater, Tenerife. Nada tenemos -válganos el cielo- contra dicha imprenta, de magníficas instalaciones, pero llama la atención que un lujo de catálogo como el de Pérez Navarro, lo haya pagado el Gobierno cuando es condición indispensable para tal dispendio que dicho catálogo sirva para una muestra en el extranjero, cosa que no ocurre en este caso.