Están para lo que están, es decir, para impedir tumultos y altercados, para velar por el orden público y para evitar que alguien cometa excesos. Pero para lo que no están en absoluto los agentes de la Policía Nacional que custodian el edificio de los juzgados de Telde es para impedir el trabajo de los medios de comunicación. Este jueves lo hicieron un par de agentes de un modo absolutamente rechazable, como si les fuera la vida en entorpecer las tareas de un reportero de la Televisión Canaria y de un redactor gráfico de La Provincia, que trataban de obtener imágenes de los imputados en la Operación Faycán. Pero no sólo eso, la Policía permitió que entrara en el garaje de los juzgados una furgoneta particular, curiosamente empleada en campañas electorales en favor de Ciuca, para que pudiera rescatar a los detenidos una vez el juez decretó su libertad bajo fianza. Otras veces han sido los vecinos fanáticos los que han montado el numerito, pero este jueves, lamentablemente, fueron los agentes de la Policía Nacional.