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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Tontunas para tontainas

María Australia Navarro, Asier Antona y Fernando Figuereo durante la celebración de un pleno del Parlamento de Canarias.

Ya van dos. Por segunda vez en muy pocos meses, el Reino de Marruecos ha anunciado que sus intentos por encontrar petróleo en las aguas que median entre sus costas y las de Canarias han pinchado hueso. Pero, por primera vez, el vecino desmiente a una de las petroleras encargadas de buscarlo, porque la directora de la Oficina marroquí de Hidrocarburos ha negado lo que Genel Energy dijo a principios de semana, probablemente para animar a los inversores a pagar más por sus acciones ante las perspectivas –ahora echadas por tierra- de forrarse con el crudo del cretácico que no es tal. La noticia es mala para el Reino vecino, mala para las dos compañías que tratan de encontrar hidrocarburos (Genel y Cairn Energy), y sobre todo funesta para el Partido Popular de Canarias y su presidente, José Manuel Soria, que siempre han fiado el éxito y la justificación de las intentonas de Repsol a que haya yacimientos cercanos a los autorizados a la multinacional de Antonio Brufau. Cada vez que suena la flauta por los alrededores, los coristas de Soria se lanzan ciegamente a lanzar dos mensajes muy concretos: 1) antes de que el petróleo se lo lleven los marroquíes, cojámoslo nosotros, y 2) si hay petróleo del otro lado de la mediana, lo hay del lado español. En aplicación de esas dos tontunas podríamos afirmar por tanto que si no hay petróleo en Marruecos, no sacamos nada con autorizar prospecciones aquí que pongan en riesgo la fauna marina, porque ni nos lo va a birlar Rabat ni vale la pena el millonario desembolso de los sondeos. Pero no, ni es cierto que ambas prospecciones acudan a la misma plataforma ni es cierto que, de aparecer en cualquiera de los dos lados, el otro pueda chuparlo para sí. Por lo tanto, volvemos al principio del debate y a la postura irreductible del PP: haremos lo que diga José Manuel, caiga quien caiga.

Alegrarse del mal ajeno

Hay que ver la cantidad de boberías que se están diciendo con esto del petróleo, descontando del lote las que suelta con esa gravedad absurda el profesor Manuel Cojonciano Fernández. Que al PP llene de alborozo que Marruecos encuentre petróleo no solo se suma a su inventario de razones, sino que es aprovechado por la muchachada soriana para reclamar al Gobierno canario que, en su sobrevenida cruzada ambientalista, “exija” al país vecino lo que no está en condiciones de exigir a nadie: las mismas garantías ambientales que a Repsol o, en su defecto, su renuncia a las prospecciones. La noticia de posibles yacimientos frente a Canarias, sea en las aguas territoriales que sean, no es buena por los mismos motivos por los que se pone la proa a Repsol, esto es, el riesgo cierto para el turismo. Un accidente en las inmediaciones afectará prácticamente por igual, lo que pasa es que ni Canarias ni España podrían nunca imponer al amigo alauita lo que, en rigor, sí se puede imponer a Repsol, una prohibición por la vía de negarle la Declaración de Impacto Ambiental. Pero, volvamos a las tontunas del PP. Si en las siguientes catas alguna de las petroleras que allí operan anuncia el hallazgo de hidrocarburos, volverán a la palestra los mismos argumentos, reiteradamente desarbolados por los técnicos (incluidos los de Repsol), de que estamos de enhorabuena por simpatía cretácica, y volveremos los periódicos a publicar la noticia con imágenes de Enrique Hernández Bento tirando voladores. Recordemos lo último, de esta misma semana: “Se abren unas mejores perspectivas desde el punto de vista de los intereses de España” porque el hallazgo “se ha producido prácticamente en la misma zona donde va a operar Repsol”. Entonces, ¿para qué autorizar a esa petrolera a sondear a cientos de kilómetros de allí, en concreto a nueve de Fuerteventura?

Lo que se dijo en la ITB

No sólo habló de petróleo Paulino Rivero en la feria turística de Berlín, la ITB, y sus reproches se ha llevado por parte del PP canario, que le acusa de asustar con lo que ese partido cree que no debe producir susto. Hubo más personas que abordaron el mismo asunto en la capital alemana. Por ejemplo, los jefes de los influyentes touroperadores TUI y Thomas Cook, que preguntaron por las prospecciones en Baleares a la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego. ¿Y saben ustedes lo que la señora Borrego contestó a Christian Clemens y a Michael Tenzer? Agárrense, que la mentira se contagia en los despachos por los que transita Soria: que lo que se va a hacer en Baleares es buscar gas, que no va a haber plataformas petrolíferas, que sólo “se está escaneando el suelo”, y que, en el peor de los casos, los trabajos de explotación no comenzarán hasta dentro de quince años. Los dos máximos responsables de ambos operadores turísticos dijeron a la prensa que les tranquilizaron las explicaciones (a todas luces falsas) de la secretaria de Estado, y que tratándose de quien se trataba, las daban por buenas. Cómo se nota en qué países viven y lo que hacen en cada uno de ellos con los políticos que mienten. Fueron las autoridades baleares, mayoritariamente peperas, las que trataron de sacarles del error. Pero hubo más gente que habló de petróleo en la ITB. Por ejemplo Markus Daldrup, de Alltours, que fue el más rotundo y el único que no se tragó la bola: “Las prospecciones son un gran error”; “La tragedia del Golfo de México nos enseñó lo que es una catástrofe”, y “si hay un escape, la crisis turística derivada sería mucho peor que la crisis de la banca y de las inmobiliarias juntas”. ¿Y alguna de estas autoridades empresariales del turismo habló de Canarias? Pues sí. Christian Clemens, máximo responsable de TUI, dijo que tras las explicaciones de la secretaria de Estado se quedaba tranquilo con el riesgo en Baleares, pero añadió: “Nos preocupa más Canarias, donde sí están buscando petróleo”. Ni un solo responsable del PP ha salido a recriminar al señor Clemens tan “irresponsables” declaraciones.

¿Gas? Pues tampoco

Las trolas de la señora Borrego fueron sin embargo afianzadas este mismo jueves en Mallorca por el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ese portento que tiene Soria a su lado en el ministerio y que no hace otra cosa que meterse en berenjenales. Nadal aseguró que se buscan hidrocarburos, y concretamente gas, lo que evidentemente constituye un giro espectacular en las versiones gubernamentales, probablemente para tranquilizar a la población balear, mayoritariamente en contra de las prospecciones, como lo están todas las instituciones locales del archipiélago, gobernadas por el PP. Pero el Gobierno autonómico no ha tardado nada en contestar al ministerio: ni gas ni gaitas, “la economía balear no necesita prospecciones ni de gas ni de petróleo”, dijo este mismo viernes la portavoz del Ejecutivo. Y añadió: “Los ciudadanos de Baleares están, de forma unánime y generalizada, en contra de las prospecciones”, para acto seguido remarcar que “el Govern irá dónde tenga que ir para defender que no se lleven a cabo las mismas”. A diferencia de lo que pasa en Canarias, Baleares va camino de salvar su turismo prohibiendo el petróleo mediante la declaración de Lugar de Interés Comunitario (LIC) de sus aguas, expediente que ya tramita el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Arias Cañete. La unanimidad de las instituciones y de los partidos políticos, con el PP en primera fila, les respalda. Aquí, en Canarias, con la oposición a las prospecciones diluyéndose a medida que el debate se aleja de oriente hacia occidente (sin excepción de partidos políticos), con el PP en la vanguardia de la defensa de Repsol, el mismo expediente LIC, pero con mayor número de especies a proteger, duerme en un cajón del mismo despacho ministerial. El poder inmenso de Repsol sobre Soria tiene mucho que ver.

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