Sólo cuando le consultan

Mientras Angulo anda fajándose con la canallesca para tratar de convencernos a todos de nuestra propia maldad y de lo que somos capaces de hacer con tal de mortificarlo a él y, de paso, hundir para siempre a la UD Las Palmas, al presidente de la entidad ni se le escucha ni se le espera. Desconocemos si es que no concede entrevistas o, sencillamente, que no tiene nada que decir. ¿Para qué?, se estará preguntando él mismo al comprobar la capacidad que tiene Gonzalo Angulo para hablar en nombre propio, del consejo y hasta de los empresarios que han puesto la pasta para que la cosa no se fuera al marisco. “No participo en las decisiones” del club, dijo este lunes Angulo de modo tajante y con ese tono que le caracteriza y que, para el que no le conozca, se asemeja más al de un párroco bonachón y con sotana que al de un político al uso. Pero minutos después le traicionó el subconsciente cuando completó la frase: “Como consejo no me consultan, pero hay unas relaciones muy fluidas y doy mi opinión cuando me la piden”. El grado de conocimiento que tenemos de la personalidad del consejero nos lleva a asegurarles que esto viene a significar, ni más ni menos, que interviene en la todas las decisiones importantes de la entidad, como todo el mundo sabe y los demás se imaginan. Y si no, ahí van un par de botones de muestra.