No muchas caras conocidas

Había mucha gente ansiosa por escuchar a Olarte, y casi todos los presentes, deseosos de aplaudirle y de volver a escuchar un discurso de marcado talante grancanario. Aunque lo conjugó todo con la palabra solidaridad y con la prudencia (a su lado estaba el presidente del CCN, el tinerfeño Nacho González, cuyo padre ocupaba lugar preferente en la primera fila de invitados) Olarte hizo un encendido discurso de defensa de la isla de Gran Canaria, a la que considera abandonada por las actuales autoridades autonómicas. No negó su deseo de hacer doblete y, además de concurrir a las elecciones al Cabildo, formar parte de la lista del CCN por Gran Canaria al Parlamento regional. Sus palabras fueron siempre apoyadas por fuertes aplausos de numerosos invitados, entre los que no había muchas caras conocidas y sí mucha entrega. No faltó un socio incómodo, como Guillermo Reyes, de Telde, o el presidente de la Confederación de Empresarios, Mario Rodríguez, y mucha gente mediana del turismo, que todavía recuerdan a Olarte como uno de los mejores consejeros del ramo.