No saben nada en Anticorrupción

Nos lo temíamos: muchos fuegos artificiales, muchas amenazas, muchas estrategias vecinales y no vecinales y, al final, como acabamos de comentar, aparecerá la solución más ventajosa. Mientras tanto, como alguien lo mentó por aquí, este miércoles llamamos al fiscal Anticorrupción por si, de casualidad, a alguna de las partes contratantes se le había llenado la cachimba y había puesto el asunto en manos de ese órgano. Ya saben que las acusaciones han sido de alto calibre, desde financiación ilegal de partidos políticos (el PP, por más señas), hasta mamanza vulgar y corriente. Pero no, ni las partes en conflicto han denunciado, ni la Fiscalía del TSJC, que conoce por la prensa los teniques que se han lanzado, ha puesto los hechos en manos de sus superiores. El amable funcionario que nos atendió no tenía ni pajolera idea de lo que le contábamos, pero alabó la originalidad de Lopesan por proponer ser investigado por sus donaciones a los partidos políticos. No es noticia, por cierto, que la Fiscalía se cruce de brazos ante acusaciones de corrupción de tan alto calibre en la prensa. Recordamos -ya con cierta sorna- aquella entrevista en el Diario de Las Palmas al cabo Paredes en la que confesaba sin rubor ser el hombre del maletín de las AIC, es decir, el recaudador. Y no le pasó nada. Al menos por eso.