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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Una sentencia injusta

Por eso la sentencia claramente injusta a Baltasar Garzón ha separado a izquierdas de derechas, a vencedores y vencidos. ¿O no creen ustedes que en medio de tantos testimonios desgarradores de hijos, hermanos y nietos de represaliados por el franquismo no iba a ser posible la aparición de numerosos nombres de personalidades del régimen fascista que ejercían de jueces, policías, militares o falangistas? Nada extraño habría de ser que la inmensa mayoría de los represores inocularan en sus hijos y éstos a su vez en sus hijos no solamente el germen de la represión, sino también la misma tradición profesional. Incluida, naturalmente, la de juez. La inmensa mayoría de jueces que ejercen en España pertenece a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM) cuyo portavoz fue el primero, sin haberse leído aún la sentencia, en darla por buena por la consistencia que a su juicio ya presentaba el auto de procesamiento del juez Garzón. O sea, echando por tierra la máxima y definitiva manifestación de la justicia, el juicio oral. Lo que confirma, una vez más, que Garzón llegó al juicio de las escuchas de Gürtel, convenientemente adelantado a las otras dos causas que le han abierto, condenado previamente. Sí, es verdad, a Garzón lo han condenado los ganadores de la guerra.

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