'Bake Off' castigó con la expulsión a un “truñaco considerable” y alzó a sus 5 semifinalistas

Pablo Puyol, en 'Bake Off'

Paula Hergar

La décima entrega de Bake Off emocionó con una prueba que homenajeó a las madres, complicó la vida a los famosos con una red velvet y les exigió concentración en la última prueba.

Una concentración que no le surtió efecto a Pablo Puyol que acabó siendo el expulsado de la noche, tras confesar que “había cocinado sin ganas” porque en el segundo reto no le pareció justa su valoración. Algo que provocó que presentara “un truñaco considerable”.

Con la marcha del actor, el programa ya tiene a sus semifinalistas: Alba Carrillo, Patxi Salinas, Ana Boyer, Blas Cantó y Rocío Carrasco.

Primera prueba en honor a sus madres

En la primera prueba del programa, los pasteleros cocinaron con la emoción a flor de piel al rendir homenaje a sus madres: Isabel Preylser, Rocío Jurado, Lucía, Carmen, María Teresa y María Jesús.

Lo hicieron con tres deliciosas tartaletas de manzana a las que tuvieron que dar un toque personal en la decoración para hacerles un guiño a sus progenitoras.

Ana acertó con “el nivel de detalle” de su tarta y los distintos sabores que definían a Preysler; Patxi se emocionó al recordar a su madre, fallecida demasiado joven, y convenció a los jueces más por la “perfecta cocción” que por la decoración sencilla; Blas sorprendió por los sabores fuertes que presentó; A Rocío le quedó “un poquito crudita” como también le pasó a Pablo; A Alba le falló la masa pero entregó una “rica” compota.

La prueba técnica con menos equilibrio

Seguidamente llegó una prueba técnica de lujo en la que el jurado les propuso replicar un lingote de la más sedosa tarta red velvet. Una prueba que asombró a los concursantes por la complejidad pero fue peor al intentar hacerla.

La elaboración fue difícil, pero empeoró al final cuando ningún bizcocho mantuvo la estabilidad y se derrumbaban todos. “Cualquiera que probemos es un horror” decían los jueces al ver los resultados ciegos.

Solo los de Patxi, Ana y Blas aguantaron en pie. Pero la hija de la Preysler hasta entregó los moldes que provocaron el miedo por morderlos. Aún así, el de Rocío fue “el menos logrado” para los jueces, mientras que el de Blas arrasó.

La prueba de expulsión “sin ganas” que despidió a Pablo Puyol

Christian Escribà, la estrella de la pastelería mundial, visitó las cocinas para enseñar a los celebrities a decorar sus creaciones con una técnica muy especial: un merengue en degradé con el que se lucirán en la prueba fantasía.

Los famosos tuvieron dos horas para ejecutar la tarta, en lo que fue una de las elaboraciones que más concentración les exigió. Tanta que incluso Alba Carrillo señaló que fue la prueba en la que menos habló: “Pero aún hablando poco, ya lo he hecho más que Ana [Boyer]”, bromeó.

A falta de 5 minutos, Pablo Puyol tiraba la toalla al ver que su tarta no tenía el aspecto que buscaba: “Que me echen con razón”, decía mientras Rocío intentaba ayudarle. “El interior está bueno, porque lo he probado, pero el exterior es un desastre. Un truño considerable”, lamentó.

Al presentarla a los jueces, lamentaron verle “sufrir, esforzarse pero no sacar adelante la tarta”. Tras probarla, el interior estaba logrado pero lleno de defectos. Algo que el actor explicó: “Hoy he cocinado sin ganas, después de la crítica de la prueba anterior, pensé que no me la merecía, que habían otras tartas peores y hoy he llegado sin ganas”. A lo que Paco Roncero respondió: “Es que sin ganas no puedes llegar a la final”.

Tras la cata, los jueces sentenciaron lo esperado: “La persona que abandona la carpa es Pablo”. Todos corrieron a abrazarle, mientras él no podía reprimir las lágrimas. “Me da mucha rabia irme no habiendo hecho lo que tenía que hacer”, lamentó y se marchó.

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