Coalición Canaria se busca a sí misma

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, junto al secretario general de Coalición Canaria, José Miguel Barragán, y otros miembros del comité permanente nacional de Coalición Canaria. (EFE/Cristóbal García)

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife —

El candidato a repetir como máximo dirigente de Coalición Canaria (CC), José Miguel Barragán, reconocía el pasado 17 de marzo, el mismo día en que anunciaba su intención de presentarse a secretario general, que “este VI Congreso es tan importante que, pese a todos los años transcurridos, para nosotros es EL Congreso”.

¿Y por qué otorga tanta relevancia Barragán al cónclave que se celebra este fin de semana en Las Palmas de Gran Canaria? Puede ser porque, como él mismo aseguraba tras celebrar la última Comisión Ejecutiva Nacional, los nacionalistas deben construir una organización “más fuerte en lo nacional y mejor articulada en lo insular y local, para que no ocurran algunas de las cosas que nos han sucedido en ese ámbito”.

“La idea es que salga de este VI Congreso una CC renovada, que afronta con autocrítica sus errores, pero que quiere seguir trabajando en pro de la ciudadanía de Canarias”, remachó.

NACIDA EN EL PODER

Una organización política que nació en el seno del poder en 1993 y para el poder y que está afrontando una sangría de votos elección tras elección que les fuerza a “reconocer esa debilidad y ponernos a trabajar sin lamentarnos ni lamernos las heridas”. Y quizás esa sea la clave, que CC no ha tenido que transitar por el desierto que supone la oposición, que es lo que realmente permite la regeneración y el reciclaje de una organización política.

Ya el 20 de noviembre de 2011, cuando CC cosechó sus peores resultados hasta ese momento en unas elecciones generales (luego vinieron los de 2015 y 2016), Ana Oramas afirmó que “tenemos que dar respuesta al nacionalismo que necesita esta tierra, tenemos que reflexionar qué estamos haciendo y qué tenemos que hacer”.

Una tesis a la que se sumó Francisco Linares, alcalde orotavense, dirigente insular y regional de CC y candidato a senador que no obtuvo su acta: “Es hora de llevar a cabo una refundación integral porque hemos perdido muchos votos y ha cambiado la forma de hacer política”.

Y Barragán los secundó a ambos:“tenemos que hacer una refundación sin líneas rojas, estamos dispuestos a todo, pues debemos repensar, hacer un debate crudo y abordar los cambios que nos demanden militantes y votantes”.

Vistas esas premisas, se comprende por qué el VI Congreso es EL cónclave padre de todos los cónclaves.

Con todo, hay que reconocer que CC ha progresado en 24 años hacia una gran organización de carácter regional que no termina de cuajar, ni siquiera tras el complicado V Congreso Regional celebrado en 2012, que supuso el primer aldabonazo de los entonces críticos (hoy oficialistas) al entonces máximo líder de CC, Paulino Rivero.

Pese a los intentos de aquel cónclave por cambiar, la organización regional sigue descansando sobre equilibrios basados en el peso electoral y político de cada partido a nivel insular. Esta aparente regionalización esconde que el verdadero poder de CC sigue siendo el de cada una de las formaciones que dominan una organización insular, e incluso local, como lo demuestra que el pacto en cascada suscrito con el PSOE en 2015 se cascó en varios municipios sin que la dirección regional pudiera enmendarlos.

Ese convulso V Congreso, en el que un golpe de estado interno estuvo a punto de costar el liderazgo a Rivero (una crisis que se cerró con su derrocamiento por Fernando Clavijo en 2014), sirvió para que los nacionalistas pusieran en marcha una línea de trabajo para formular las nuevas políticas que presentar a la sociedad canaria, en la segunda y tercera década del siglo XXI, con el fin de poder reinventarse.

'CANARIAS 20'

Un documento encargado a las universidades de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria bajo el título Canarias 20. Tendencias económicas y sociales en Canarias y que, posteriormente, se abrió a la aportación de la militancia y simpatizancia. Un documento que sirve de base para el VI Congreso.

El análisis fue elaborado por diez profesores dirigidos por Urbano Medina, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad y ex alto cargo del Gobierno canario con CC, quien planteaba cambiar la marca con la que se ha conocido el partido en las dos últimas décadas: “CC debe cambiar de nombre pero a través de una reflexión colectiva y un debate interno en los órganos competentes”.

Pero no solo hay que cambiar la marca de fábrica, sino que hay que modificar “el perfil del liderazgo en CC” porque se consideraba que “no es suficiente la buena persona y conocida por todos” o, lo que es lo mismo “no puede ser que la vara de medir sea el grado de populismo del dirigente político de CC”.

El documento aportaba más recetas que, a tenor de lo que dicen ahora, no parece que se aplicaran hace años. Entre ellas, y en un momento de desafección ciudadana que ha sido canalizado en las urnas en las tres últimas citas electorales, se proponía “actualizar” diversas cuestiones ideológicas internas y “adaptarlas al nuevo pensamiento político, generando opinión y una posición no sólo sobre los grandes temas de Canarias, sino de España”, sobre todo porque “las redes sociales y las nuevas formas de comunicación” pueden incorporar al debate interno “no sólo a militantes sino a personas que tengan alguna afinidad”.

DEFINIRSE

Y es que para los analistas hay que acabar con el ombliguismo inherente al nacionalismo. Y lo expresaban con contundencia: “CC debe centrarse en una posición en el eje ideológico izquierda-derecha, ya no cabe la indefinición y que sólo lo que nos importa es Canarias, los ciudadanos exigen a CC como partido una posición política en los grandes temas y esto se hace con unos fundamentos ideológicos, así funciona la política”.

El poder desgasta, y CC se ha desgastado ininterrumpidamente durante 24 años. El Gobierno en minoría que preside Clavijo no ha hecho más que constatar lo que se venía avistando: los nacionalistas pueden ser prescindibles en Canarias y en el Estado para conformar una mayoría de gobierno.

CC se encuentra de lleno en un cambio de época y al final de un ciclo que la obliga a readaptarse.

Ese es el reto que el moderno nacionalismo canario afronta el 25 y 26 de marzo en Las Palmas de Gran Canaria.

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