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Dos nuevos permisos a Repsol frente al Delta del Ebro

Greenpeace y Ecologistes en Acció rechazan la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha concedido para la explotación de dos nuevos pozos de petróleo a Repsol (el Lubina-1 y el Montanazo-5D) situados a menos a unos 50 kilómetros de la costa de Tarragona, frente al Parque Natural del Delta del Ebro.

Para ambas organizaciones ecologistas, este permiso constituye “un grave error” porque “pone en peligro innecesariamente al medio ambiente, además de suponer un nuevo paso atrás en la política energética del Gobierno, que apuesta una vez más por los combustibles fósiles a pesar de ser más caros y contaminantes, y de ser el motor del cambio climático”.

Las dos ONG entienden, además, que la decisión es “incomprensible con el historial medioambiental de Repsol en la zona” y cuando todavía no se ha resuelto el procedimiento penal contra la empresa abierto por el Juzgado número 3 de Tarragona por dos vertidos en la fase de exploración de los pozos Lubina y Montanazo.

Lamentan además que la Secretaría de Estado de Medio Ambiente no haya tenido en cuenta las alternativas energéticas al petróleo y considera “una broma” el argumento del promotor de que la no explotación de los yacimientos “supondría el aumento en la importación de crudo que llevaría asociada un incremento de emisiones a la atmósfera como consecuencia de su transporte desde localidades remotas”.

Además, entienden que la justificación energética es falsa, “ya que España tiene alternativas válidas al consumo de petróleo, independientemente de su origen, que pueden reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al consumo energético para el año 2050” , y destacan que la producción total interna de crudo cuando entren en explotación los dos nuevos pozos no alcanzará el 0,6% del consumo nacional para entre siete o diez años. En cambio, el Gobierno español podría reducir el consumo nacional en una cantidad 10 veces superior “tan solo con apoyar unos estándares de eficiencia energética más ambiciosos para los coches que se discuten este año en las instituciones europeas”, subrayan. Esta reducción sería “a coste ambiental cero, sin mareas negras y generaría un nuevo impulso a la innovación”.

“A pesar de la existencia de alternativas energéticas viables, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente asume en su Resolución unos riesgos para favorecer la explotación petrolífera y admite en su Resolución que en el caso en que se dieran las circunstancias de un vertido de hidrocarburos, las consecuencias podrían ser de moderadas a severas sobre la fauna marina, sobre la pesca o sobre el turismo costero, pudiendo ser críticas sobre determinadas especies de avifauna y sobre el Parque Natural del Delta del Ebro”, concluyen.

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