Pero pese a esa acreditada flojera de Adán Martín, que no osa entorpecer los negocios que controlan Mauricio y Soria en la Canarias de oriente, todo hace pensar que el cogote de José Manuel Arnáiz ya está siendo sometido a los preparativos de rigor. Una vez se haya consumado la apertura de la exposición del istmo y la alcaldesa y Soria hayan salvado -aparentemente- su honra, Arnáiz se quedará absolutamente solo y camino del banquillo. Porque desde Madrid y desde Bruselas avanzan imparables las tropas de la legalidad que, si nadie lo remedia, calzarán por aquellos consejeros de la Autoridad Portuaria que no se desmarquen ese famoso día 15. Todo se andará.