Nadie daba un duro hasta ahora por la autonomía política de Larry Álvarez, pero ya hay quienes opinan que puede salir victorioso de esta singular crisis si sabe administrarla con sabiduría. Otro atrevimiento, nos tememos, eso de atribuirle tanta capacidad sin caudillaje, pero todo es posible. La teoría más extendida de este lunes a su alrededror, una vez producidos los parabienes, es que el pobre está pasando mucho frío en la oposición, a donde le ha condenado Soria junto al equipo suplente. Ese deseo de salir de esos fríos bancos pueden estarle haciendo pensar (a él o a los que ya empiezan a asesorarle) en encabezar un movimiento renovador que tenga la vista puesta en el 9 de marzo, si se confirmara un descalabro del PP canario sin él en el puente de mando, con otros ejecutando las órdenes del almirante.