Carolina Darias cumple con el perfil reclamado por la vicepresidenta del Gobierno y por las circunstancias. Es mujer, tiene buen predicamento entre casi todos los suyos, no está bichada... Pero, además, es discreta y prudente como para poder soslayar cualquier tipo de fosa abisal de 10.000 x 10.000 kilómetros heredada desde los tiempos del Partido Popular, detectada en los tiempos de Pepe Segura y aún latente cuando el bueno de García Llanos aceptó ser el delegado de la transición a la Darias. Segura, por cierto, se ha especializado en ayudas europeas para mejorar la economía de Canarias, como Roberto Goiriz, que a pesar de los pesares, sigue erre que erre contra el Gobierno socialista. Insensato que es.