No mentamos a Marisa Tejedor porque la buena señora acaba de llegar, pero ya se imaginarán lo mal que lo debe estar pasando ahora. De entrada, ya tiene que haberle pedido a Unelco las certificaciones de las revisiones periódicas a las que la compañía eléctrica está obligada conforme a la ley. Pero peor lo tienen sus antecesores y hasta el Consejo de Gobierno desde 1998 hasta acá. En primer lugar, porque permitieron que el Gobierno de Aznar dejara en Canarias una bomba monopolística en un mercado desregulado. En segundo lugar, nadie exigió los reglamentos específicos para los territorios extrapeninsulares que se recogen en la Ley 54/1998. Y en tercer lugar, ninguno de los consejeros mentados ha sido capaz de hacer un Plan Energético de Canarias tras esa desregulación (el último PECAN data de 1989, el siglo pasado). ¿Caben más negligencias políticas? Pues que las cuente el Gobierno a petición de Soria.