Siguen turbias las relaciones de ciertos cabildos insulares canarios, los adyacentes a Tenerife por más señas, con la viceconsejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Pilar Parejo. Se pudo apreciar de manera nítida en la recientísima feria ITB, de Berlín. No se fíen ustedes de las fotos llenas de sonrisas Profiden porque la realidad es otra bien distinta. Es normal, hasta por cortesía -y en algunos casos por las subvenciones- que aparezcan un porrón de empresarios encantados de conocerse. Menos estupendo de la muerte era ver a la consejera de Turismo del Cabildo de Fuerteventura, la socialista Olivia Estévez, poniéndole las peras al cuarto a Pilar Parejo por ese enojoso asunto de la promoción de Canarias, que no termina de cuajar. Encima, Estévez se cansó de ver a Parejo y a sus nuevas colaboradoras en Saturno permanentemente metidas en el stand de Tenerife, que no abandonaban salvo cuando había acto institucional de carácter regional. O sea, de los que jeringan porque aparece el color amarillo siempre por algún lado.