José Carlos Mauricio no se había querellado jamás contra un periodista. Él lo es, y de eso presume, aunque haya ejercido la profesión más bien poco. Lo último que sabemos de él ante un teclado data de finales de los ochenta, cuando firmaba con pseudónimo sus artículos en la revista Sansofé, que precisamente dirigía entonces el director de este periódico, Carlos Sosa, que pasados los años se convirtió en el primer periodista demandado por Mauricio. Cosas que pasan, qué se le va a hacer. La primera demanda, sin embargo, la ha perdido Mauricio en primera instancia, pero puede recurrirla, es su derecho, lo que significa que la sentencia no es firme. Pedía 180.000 euros por su honor que consideraba mancillado, y la magistrada-juez ha dicho que no hay nada que hacer, que ha sido crítica política a un personaje público.