Finalmente no pernoctaron en Las Palmas de Gran Canaria los Reyes de España, pero en esta ocasión no fue por motivos relacionados con el sector hotelero capitalino. La decisión del presidente de Senegal y su séquito de marcharse tras el acto protocolario del Rectorado, forzó a la Casa Real a suspender la cena de gala que pretendía ofrecer en el restaurante Le Volant, del hotel AC, donde se iban a hospedar los monarcas españoles. Hubo que avituallar sobre la marcha el avión real, y fue el mismo restaurante el que se ocupó de tan delicado encargo. Por lo tanto, resultó un tanto inútil, a la par que patético, el españolista ondear de la bandera lucido este miércoles durante casi todo el día en la plaza de la Fuente Luminosa, o del Fuero de la isla de Gran Canaria y olé.