El actual mandato en el Puerto de la Cruz está resultando de lo más sabrosón. Y ya que hablamos de Pamarsa, hay que decir que el proceso de privatización de esta empresa está siendo un cómodo paseo para el gobierno de CC respaldado por el proscrito no adscrito Luis Gómez, quien se ha olvidado, por cierto, de pedir un gerente. Un pacto no aclarado con el comité de empresa acalló las posibles discrepancias entre las que sólo cabe consignar las de la oposición socialista, que defendió las esencias hasta el último minuto. Los sindicatos, pues, calladitos. Quizá no tanto ahora, cuando al conocerse el pliego de condiciones se ha sabido que existe la recomendación de un estudio técnico que aboga por la supresión de treinta puestos de trabajo. Igual las rositas se convierten en espinas. Veremos...