Lo del escándalo de los casinos en la provincia de Las Palmas (ya saben ustedes que ATI se sacudió de encima ese capricho del dúo de Oriente) va camino de entrar en el Libro Guinnes de los récords, en la modalidad de disparates mayúsculos. Una de las mútilples y pintorescas cualidades que adornan al decreto de cinco nuevas licencias y la orden de concurso para el Sur es el hecho único en Europa de que, por primera vez, un municipio disponga de más de dos casinos. Sólo ocurre en Londres, donde, sin embargo, los casinos adoptan un modelo diferenciado, en forma de clubes, donde se exige la calidad de socio. Para los empresarios sería sentar un precedente peligroso aceptar un segundo casino en San Bartolomé de Tirajana.