Se frenaron, al menos durante 24 horas, los anunciados despidos de trabajadores en Radio El Día, no sin el consiguiente cabreo de nuestro amigo don José y su interim manager, rumbosa denominación bajo la cual se encuentra ese asesor externo o killer contratado por las empresas modernas que en el mundo hay para proceder a un recorte de plantilla sin que al nota le tiemble un músculo de la cara. La empresa editora, Leoncio Rodríguez, S.A., se ha enrocado y ha comunicado a los trabajadores que la cosa está realmente jodida, que a falta de consolidar las cifras, las pérdidas en 2010 pueden haber estado en torno al millón de euros, y que se han agotado las reservas. Y esas pérdidas, que en 2009 fueron de más de cuatro millones y en 2008 de 400.000 euros, las explica el patrono en la drástica caída de la publicidad y en las ventas de ejemplares, una confesión hasta ahora no reconocida oficialmente por ningún editor de periódico impreso. De ahí que, como ocurre a casi todas las empresas periodísticas del mundo, haya que ir a un recorte fatal, que en cada sitio se ejecuta con según qué modales.