El alcalde de Mogán trató de desmontar las acusaciones que se vierten contra él, especialmente las que han aparecido en algunos periódicos (no desmintió ni una sola de las informaciones nuestras), y llegó a afirmar, en un alarde de supina ignorancia o peligrosísimo atrevimiento, que la Policía le detuvo por nueve delitos y el juez sólo (¿sólo?) le dejó seis. Lo que hay que escuchar de un cargo público: la Policía le detuvo por los seis delitos por los que el juez ordenó su detención, ni uno más ni uno menos. Seis imputaciones que se fundamentan en unas pruebas que el imputado desconoce por completo, más allá de las conversaciones telefónicas que le hayan sido presentadas en su comparecencia ante el juez. Porque debemos dar por seguro que el señor alcalde, Paquirrín de Mogán, no conoce las actuaciones judiciales. En caso contrario estaríamos ante un escenario verdaderamente distinto. Y muy preocupante.