Circulan de modo frenético los resúmenes de prensa y los informes confidenciales en torno a la ampliación del dique Reina Sofía, del Puerto de La Luz, y no todos con la misma intencionalidad. Los hay que tratan de demostrar que el Partido Popular ha cambiado de opinión, y los hay que tratan de demostrar por qué el Partido Popular ha cambiado de opinión. Entre los primeros llama poderosamente la atención el recorte de una información publicada por La Provincia el 27 de noviembre de 2002 haciéndose eco de unas jugosas y muy sesudas declaraciones de Juan José Cardona, por entonces concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Soria, provincia de Las Palmas. Venía a decir, poco más o menos el superconcejal que la ampliación del dique era conveniente para que se apaciguaran las aguas de la bahía para un frente marítimo vinculado al ocio ciudadano y no al uso portuario. Para esta última cuestión, Cardona recordaba la desafectación experimentada por terrenos de suelo protegido en La Isleta, lo cual a todos nos llenó de sumo gozo y levitación urbanística. Ocho meses después, como todos ustedes saben, la alcaldesa Luzardo se encamina a dar marcha atrás no sólo a las cosas dichas por su compañero Cardona (ella estaba en el mismo grupo de gobierno) sino que está dispuesta a hablar con Álvarez Cascos (miren que es atrevida) para cargarse el proyecto en su conjunto. Ya les hablaremos de los otros informes, los que tratan de explicar ese cambio de opinión. Como en la Asamblea de Madrid, recomendamos a nuestros lectores que analicen quién es el primer beneficiado. Ya les contaremos.