El hotel Mencey tenía este viernes clara tendencia a la familia González Santiago. El patriarca, Ignacio González Martín, copresidía el almuerzo con directores de medios informativos. Le acompañaba, no muy lejos, su hijo Pedro. Pero en el salón de enfrente departían con otros profesionales del sector de la informática dos González Santiago más, Ignacio y Juan Carlos, que presentaban un nuevo proyecto empresarial, Planican. Pero la fiesta estaba en el almuerzo, con un inconmensurable José Rodríguez Ramírez que soltó, además de las dichas, perlas como las siguientes: “La isla de enfrente quiere de nosotros la degradación y la humillación”; “Ojalá la congregación empresarial del Recinto Ferial dé lugar a una manifestación de resurgimiento de Tenerife que evite la humillación ante la hegemonía de Las Palmas de Gran Canaria (sic)”; “hay que enseñarles [a los políticos canariones] los colmillos”.