El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha señalado que el Gobierno de la isla “es soberano en la toma de decisiones y nadie le marcará el paso” en las determinaciones que tengan que ver tanto con el proceso de remodelación del Estadio de Gran Canaria como “en la gestión posterior de las instalaciones”.
“No admitiremos presiones ni chantajes de nadie, porque somos una institución soberana y decidiremos en función del interés general de los hombres y mujeres de Gran Canaria y para que se pueda cumplir con un servicio público de calidad para el que está diseñado el Estadio”, subrayó en respuesta a la afirmación de la presidencia de la UD Las Palmas de que abandonarían las instalaciones propiedad del Cabildo en caso de no ser adjudicatarios de su gestión en el futuro.
Antonio Morales indicó en un comunicado que “queda tiempo todavía para la decisión, caben muchas fórmulas para hacerlo posible y no hay una decisión definitiva, pero desde luego seremos nosotros los que decidiremos cual es la fórmula ideal para el bien común y el interés general de ese espacio, que está llamado a dinamizar la economía y la actividad deportiva y cultural, entre otras, de Gran Canaria”.
El presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, advirtió este miércoles de que, si en un futuro el club no obtiene la explotación del estadio de Gran Canaria, tras la importante reforma que se llevará a cabo en el mismo para el Mundial 2030, el equipo dejará de jugar en esa instalación.
En declaraciones recogidas por EFE, ha asegurado además que ya manejan “alternativas” para disputar sus partidos en otro lugar, que no ha revelado “porque no es el momento”.
El recinto de Siete Palmas es propiedad del Cabildo de Gran Canaria, cuya intención es sacar a concurso su futura explotación, y aunque la postura del club es que acudiría a esa licitación, si no consiguiera ganar el concurso, abandonaría el estadio al que se vio obligado a trasladarse como inquilino en 2003, tras dejar atrás el histórico Estadio Insular.