Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Día de qué?
La reflexión contrafáctica constituye una fórmula a la que recurre la investigación histórica y que, se plasma en ensayos académicos de carácter analítico, elaborados por historiadores y otros especialistas? Generalmente la producción académica englobada en la primera categoría ha sido designada mediante expresiones equivalentes a “historias contrafácticas” y, en menor medida, “historias virtuales” o “ucronías”?
¿Qué hubiera pasado si Solbes hubiera presidido a la Bankia intervenida en lugar de Rato? Una Bankia que tiene en Las Palmas una de sus franquicias referentes?
¿Qué hubiera dicho el PP del ahora Presidente Rajoy si la prima de riesgo hubiese cerrado el pasado lunes en 511 puntos presidiendo el Gobierno el exPresidente Zapatero?
¿Qué se hubiera dicho de una reforma laboral fracasada socialista? Bueno, esto lo sabemos, porque la anterior reforma laboral también fracasó, pendiente aún “sine die” y tanto por el PP como por el PSOE en sus ámbitos territoriales de responsabilidad, como por Coalición Canaria en las islas, la reforma del mercado productivo, única fuente generadora de empleo y de crecimiento estable y sostenido?
Del aprender economía en dos tardes de los unos a desdecirse de todo lo dicho de los otros.
Si un particular no puede pagar la hipoteca se le desahucia su casa. Si Bankia pasa de 300 millones de beneficio a más de 3.000 millones de pérdidas se le regalan del erario público a costa de la educación y de la sanidad de todos nada más y nada menos que 19.000 millones de euros, impidiendo toda comisión de investigación que se precie de tal. ¡Quién les viera y quién les ve!
La historia contrafactual y las ucronías han tenido, pues, y desde el siglo pasado, un punto innovador en el análisis estructurado de las ciencias humanas.
El ¿qué hubiera pasado? se analiza así y desde ellas de forma sistémica y científica.
Cuando en el siglo pasado aparecieron las primeras “historias alternativas contrafactuales” y ucronías propiamente entendidas como tales, ya no se tratará desde ellas de menciones más o menos desarrolladas pero siempre aisladas, como las que hasta ese momento habían salpicado obras de muy diverso género ?histórico o no?, sino de narraciones homogéneas y con cuerpo doctrinal propio que, bajo una forma literaria que las asocia inequívocamente con el relato histórico del que toman base, centran sus esfuerzos en el tratamiento monográfico de un determinado episodio con la finalidad de exponer cómo la historia habría podido ser diferente a partir de un cambio específico acaecido en el desarrollo de los acontecimientos que conocemos. Constituyen lo que se han denominado “ucronías historiográficas”, cuyos autores, lo mismo que un manual de historia, vinculan la versión alternativa de los acontecimientos con las acciones de los protagonistas de la historia, sus éxitos militares, sus decisiones políticas, etc.
Lo que sucede es que en la actual crisis paradigmática y civilizatoria de fin de ciclo que estamos padeciendo en este 2012 lo ucraniano se ve superado por lo tradicionalmente considerado como histórico.
Afirmó McKnight en 1994 que “Pero el horizonte en el que la pregunta ”¿qué hubiera pasado si...?“ cobra un especial atractivo viene dado, sin duda, por la historia. La elaboración de planteamientos contrafácticos relativos a episodios y procesos históricos específicos del pasado se propone investigar hasta qué punto, en el marco de referencia proporcionado por nuestra historia, un cambio en la sucesión de los acontecimientos conocidos podría haber modificado el devenir histórico en una dirección diferente a aquella que ha conducido, en última instancia, hasta nuestra realidad. La identificación de ese cambio como auténtico punto de divergencia es lo que caracteriza a la historia contrafáctica, pues una vez superada la encrucijada en la que se separan la historia real y su alternativa contrafáctica, los acontecimientos que conforman esta última se presentan como históricos para así sustituir a los de la primera ?referente imprescindible del que se alimentan y frente al cual se erigen como alternativa?, pero se ubican fuera de su marco temporal: a diferencia, por un lado, de la ficción realista ?que reproduce fielmente el contexto histórico en el que se desarrolla? y, por otro, de la ficción fantástica ?que crea espacios ajenos a cualquier contexto histórico?, paradójicamente la historia contrafáctica no se enmarca en la historia real pero tampoco huye de ella”.
También mucho se podrá analizar desde lo contrafactual en el día de Canarias que todos querríamos. Un día de Canarias sin parados en nuestras islas, sin listas de espera en la sanidad pública, sin recortes educativos en el gasto público, un día de Canarias sin corrupción y con más seguridad, justicia y democracia plenamente representativa y legitimada. Pero lo contrafactual es lo contrafactual? De momento, la Historia en Canarias, en el Estado español y en la Unión Europea se sigue escribiendo con sus renglones cada vez más torcidos.
José Carlos Gil MarÃn
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