Un museo para el castillo

Habría como menos que preguntarse por qué a pesar de ser la primera obra en iniciarse con una partida de presupuestaria del Ministerio de Fomento en 2001 con el objetivo de convertirlo en un museo del mar, y que de paso, podría albergar temas relativos a la historia vinculada al castillo y su entorno: el puerto y La Isleta, “casi nada” al lado de una exposición permanente de arte, o mejor sería decir de artistas en concreto, todavía esté inconclusa.

No se trata de desmerecer el arte ante la cultura museística que entiendo más asequible y cercana al sentimiento identitario en este caso ,y más productivo turísticamente, sino que además, parece fuera de duda que es el espacio idóneo para desarrollar una idea que ni mucho menos es nueva, pues ya los hermanos Martín Fernández de la Torre abogaron por su restauración en este sentido en 1934 y en 1989 se propuso instalar el museo naval de Canarias para la celebración del V Centenario en 1992 retomando un proyecto que databa de 1979. Ahora vienen algunos dirigentes político-culturales a inventar la pólvora y apostar por exposiciones de arte antes que un museo, siempre desde la prepotencia de creer que la ciudadanía no está preparada para tener sus propias apetencias culturales y hay que llevarla de la mano. Así, tratando a la gente de ignorante, intentan los dirigentes soslayar el debate, la autogestión cultural, eso tan peligroso tanto para la derecha como para la izquierda formal por denominarla de alguna manera, y que no están siquiera por la labor de dar explicaciones. Ahora le toca el turno a Chirino con Jerónimo Saavedra como en su momento le tocó a Soria, Manolo Millares; todos excelentes artista tanto de la política como de la plástica. Pero esa no es la cuestión que aquí se trata.

¡Ahora, se armó el belén!, porque no todo el mundo es apocado, ni espera con la mano abierta a que caiga el maná del cielo, quieren ser protagonistas de su evolución como ciudadanos críticos para por lo menos que se les oiga; y en este camino, un grupo de ciudadanos han formado 'La iniciativa en defensa del Castillo de La Luz' para difundir la idea de conservarlo como monumento histórico y cultural y protegerlo de las chapuzas que lo afean, así como potenciar su uso para la ciudadanía y como elemento dinamizador tanto cultural como social y económico. Lástima que ya no esté entre nosotros Manolo García, el último alcaide y defensor del Castillo de la Luz ante los piratas, seguro que los ponía tibios.

Cada vez está más claro que Dios le da sombreros a los que no tienen cabeza?

Kiko García