Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Tamadaba, lo bello y lo bestia

Troncos talados en Tamadaba

Daniel González

Hace días que me pregunto qué piensan en el Servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria sobre el mirador recién instalado en Llanos de La Mimbre.

Durante los últimos años se han ido acometiendo una serie de acciones en Tamadaba que, desde mi punto de vista, no aportan nada bueno al espacio. A todas se les ha ido restando importancia, sumamos y seguimos.

La primera que recuerdo es la instalación de una torre de vigilancia en el Pico de La Bandera. Esa infraestructura, instalada arbitraria e innecesariamente, supuso la tala de varios pinos de tea, el despilfarro de recursos públicos, el vertido de toneladas de hormigón y la llegada de otros materiales artificiales a un punto emblemático del pinar y, hasta entonces, muy poco intervenido. Nunca se usó porque al terminar la obra se decidió colocar una cámara térmica y se renunció a la presencia de los vigilantes. Tú me dirás...

Al mismo tiempo, entorno a la caseta -la de siempre- aparecieron nuevas placas fotovoltaicas, baterías y un pequeño y ruidoso aerogenerador. Desde entonces, la zona no ha parado de degradarse, entre otras cosas, porque no se está haciendo un mantenimiento digno y los propios operarios han abandonado residuos (escombros y basuras de distinto tipo) cada vez que han trabajado.

Poco después, se talaron más pinos de tea en Llanos de La Mimbre -alguno con casi un metro de diámetro- argumentando que era necesario crear un claro para el aterrizaje de helicópteros ante posibles emergencias. Una justificación cogida con pinzas e impuesta sin debate ni anuncio de ningún tipo. Y no mucho más tarde, otra corta de pinos viejos y espontáneos para abrir la panorámica hacia el oeste previa a la instalación de un mirador (otro mirador), palabras del técnico responsable del espacio.

Mientras se ejecutaba el arreglo de la carretera Artenara-Tejeda se vertieron toneladas de escombros procedentes de la obra, con restos de piche, cemento, plantas, semillas e invertebrados, para cubrir algunas cárcavas abiertas por el descontrol que reinaba en la zona de acampada en lo referido al tránsito de coches y otros. Todo esto en un espacio declarado Parque Natural, Zona de Especial Conservación, Zona de Especial Protección para las Aves, Reserva de la Biosfera, con parte de su superficie propuesta a UNESCO para ser declarada Patrimonio de La Humanidad y considerada por infinidad de especialistas en todo el mundo como un lugar único y de valor incalculable e indiscutible.

Por si fuera poco, también se atraviesa una “carretera” por uno de los espacios con más categorías de protección y de mayor valor biológico y paisajístico de todo Norteáfrica y Europa, causando la mayor transformación que haya sufrido de manos humanas.

Y cuando a un importante empresario se le permite abrir una pista a través de La Breña, a otros, menos importantes, se les deniegan permisos para realizar actividades educativas en espacios reservados a ese uso según el propio instrumento de planeamiento del Parque Natural.

En Tifaracás, Tirma, Ganoba o el entorno del antiguo Vivero Forestal se han “enterrado” cientos de miles de euros en repoblaciones infructuosas -escandalosas- al tiempo que una superficie importante del pinar repoblado necesita el tratamiento selvícola que ayude a su naturalización y prevenga impactos negativos sobre el bosque.

Para arreglar el acceso a la zona de acampada se decide asfaltar y hormigonar salvajemente las cunetas al tanto que la presión sobre muchos rincones del interior de la isla aumenta sin que se estén tomando medidas para regular su uso.

Por último, se impone el mirador de Llanos de La Mimbre, que no mejora en nada el lugar, al contrario, interviene un espacio inmejorable restándole encanto y aumentando la superficie artificial en un ambiente donde cada acción debería medirse al milímetro.

Lo siguiente, el radio-telescopio, que si nadie lo remedia se instalará en la principal entrada al pinar afectando a un paisaje en buen estado de conservación y abriendo las puertas a otras actividades ¿o alguien garantiza que no será así? Y, como la naturaleza no entiende los límites que establece el hombre, no está de más recordar que se pretende crear un macro-muelle en Agaete que, sí o sí, tendrá consecuencias sobre el macizo de Tamadaba, que también tiene litoral.

Mientras, la Casa de Tirma, abandonada, la Casa de La Marquesa, abandonada, Samsó, abandonado, la Casa del Ingeniero, abandonada, las Casas del Guarda, abandonadas, la carretera, abandonada, el campamento, abandonado, el Reventón, abandonado...

¿No hay nada que hacer? ¿Este es el concepto de Espacio Natural Protegido que tenemos? ¿Se comenta algo ahí adentro o todo esto pasa sin pena ni gloria?

Tamadaba (toda la isla en realidad) es un lugar mágico, sagrado para muchos, merece todo el mimo y respeto. Como admiradores y defensores de todo su patrimonio merecemos explicaciones, otro tipo de gestión.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats