Carmelo Ramírez nos ha parecido un buen Carmelo, aquél que quiso el interés general en su municipio, Santa Lucía, y lo consiguió casi siempre. Ahora predica lo mismo en San Bartolomé de Tirajana a cuenta del Plan General y su pretendida ubicación de un Corte Inglés en Meloneras, lejos de San Fernando, que es donde don Carmelo cree mejor interpretados los intereses municipales. Pero don Carmelo, el mejor Carmelo, no puede estar diciendo medias verdades, porque para decir la verdad tiene que explicar qué quiere decir el camarada Mauricio cuando, informado de que el presidente Román Rodríguez tampoco quiere aquello en Meloneras, simple y crípticamente contesta: “Román tiene que cumplir lo acordado”. A lo mejor dijo “pactado”. Y las directrices, además, impiden poner el Corte Inglés en Meloneras, porque un documento así, tan intervencionista, no creemos que deje esa posibilidad al albur. Siguiendo en nuestra línea preguntona habitual, nos gustaría que alguien nos aclarara qué se puede y qué no se puede poner en la urbanización de Meloneras para cumplir con las directrices: ¿Un estadio como el de Angulo? ¿Un estadio como el Heliodoro? ¿Una cárcel como la que no quiere Guía? ¿Un centro de acogida como el que no quiere Zerolo? ¿Un circuito de carreras? ¿Son las directrices una burla o contestan a estos interrogantes?