Nuevo capítulo en la interminable saga que el empresario Santiago Santana Cazorla protagoniza contra los concejales del Ayuntamiento de Telde que él no patrocina. Nos referimos a los gobiernos municipales de Nueva Canarias, sola o en compañía del PSOE. Ya saben nuestros lectores, porque de esas conspiraciones político-empresariales les hemos dado cuenta en más de una ocasión, que el empresario tirajanero ha tenido entre sus afanes principales acabar con gobiernos municipales democráticamente elegidos por la vía de a) interponerles todo tipo de acciones judiciales; b) promover por tierra mar y aire a las alternativas políticas, que a su juicio son, por este orden, AFV-Ciuca, del inigualable Guillermo Reyes, o el PP sucesivamente en manos de Paco Valido y ahora de Mari Carmen Castellano. Santana Cazorla no perdona a Paco Santiago, alcalde casi perpetuo de Telde, que declarara a su empresa incursa en causa de prohibición para contratar con la administración pública por haber incumplido sus compromisos en la obra de urbanización del suelo programable del barrio de Arauz, sector 2, lo que luego condujo a que se le rescindiera el contrato que la misma compañía ganó, en UTE con Sufi, para hacerse cargo de la limpieza viaria del municipio. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC, que probó con esa causa de Santana Cazorla que se puede resolver un pleito en horas 24, le dio la razón al tirajanero como era menester, lo que automáticamente condujo al empresario a los juzgados de lo penal para querellarse por prevaricación contra nueve miembros del gobierno municipal del mandato 2007-2011, así como algún que otro funcionario. Pues bien, el juzgado de Telde en el que recayó la querella la archivó casi de inmediato, lo que provocó el correspondiente recurso ante la Audiencia Provincial, que es del que les vamos a hablar a continuación.