Las cosas de palacio van despacio, pero acaban por llegar. A un ritmo casi desesperante está a punto de producirse ya el nombramiento de los cinco representantes del Estado en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Cuatro meses después del triunfo socialista, Arnáiz sigue sin tener esos diez ojos vigilantes mientras en Puertos del Estado se toman las cosas con calma. El delegado del Gobierno, José Segura, que debía proponer a dos de los cinco consejeros, deberá conformarse con uno, ya que el otro lo ha impuesto Mariano Navas, jefe supremo de la cosa. Los restantes serán el capitán de buques, el abogado del Estado y otra persona de la estructura de Puertos del Estado en Canarias. El quinto hombre (o mujer) se conocerá pronto.