El PP canario hace lo que puede, y sus más augustos portavoces, empezando por María Australia Navarro y Asier Antona, hasta aparentan tranquilidad de espíritu y seguridad en lo que hacen y dicen. La consigna es clara, proteger al Gobierno de Mariano Rajoy y muy particularmente a su hombre en Canarias, el ministro Soria. A la tarea se sumará este mismo lunes Cristina Tavío, tan necesitada de demostrar que es leal hasta la muerte incluso cuando la ningunean como están haciendo con ella. La presidenta del PP tinerfeño, auxiliada a las bandas por su secretario general insular, Manuel Domínguez, y por el que ya podemos catalogar como su verdugo político, Antonio Alarcó, han convocado con urgencia para este lunes una conferencia de prensa con el fin, debemos suponer, de cantar las glorias y los aleluyas de esos Presupuestos Generales del Estado tan descalificados por todos los sectores políticos, económicos y sociales canarios. En la tarea de buscar clavos ardiendo a los que agarrarse, Antona, Navarro y seguramente a partir de este lunes Tavío y Alarcó, intentan profundizar como pueden en ese yacimiento que creen haber encontrado en la debilidad de Paulino Rivero entre los suyos y en las diferencias entre nacionalistas y socialistas ante el concurso de radios. Dos esfuerzos conducentes a la melancolía, nos tememos, porque mientras que a Rivero lo fortalecen dentro de CC un tal Mariano y un tal José Manuel cos los ataques que perpetran contra Canarias, en lo de las radios no hay más diferencia que la que siempre hubo, con la particularidad de que el pescado estaba vendido cuanto el PSOE entró en el Gobierno y nada se podía hacer entonces, salvo una pirueta cuasi prevaricadora.