Es muy complicado evitar el perjuicio a terceros cuando entramos cada día a analizar lo que ocurre en determinadas instituciones, tipo Ayuntamiento de Las Palmas. Bueno, mejor dicho, a analizar lo que nos llega, porque de lo que no nos enteramos, mejor ni echar ideas. Pero este jueves todo el mundo se enteró de lo que pasó en la comisión municipal de Contratación, donde se adjudicó finalmente el concurso de compra de un inmueble para agrupar dependencias municipales al empresario Santiago Santana Cazorla por el módico precio de 12 millones de euros. No vamos ahora a entrar a valorar si es éste el mejor inmueble posible, sino en la afirmación sincera de Francisco Fernández Roca, concejal de Hacienda, de que concejales del grupo de gobierno (el PP) giraron visita a ésta y a otras instalaciones antes de elaborar el pliego de condiciones por el que se rigió el concurso ahora adjudicado. La oposición, claro, no ha tenido que hacer mucho esfuerzo para pensar mal y denunciar que con La Favorita se ha hecho un traje a la medida. Tan a la medida que ninguna otra de las naves industriales visitadas por el grupo de gobierno concurrió finalmente al concurso, al que sólo se presentó la oferta ganadora.