El encuentro de cuentos eróticos de la Biblioteca Insular subirá de tono las redes durante el confinamiento
El día 8 de mayo, la Biblioteca Insular del Cabildo grancanario se propone poner a hervir la red con su versión virtual de la iniciativa ‘Cuentos eróticos por los rincones’. Entre las 22:00 horas y la media noche, los interesados podrán descubrir el insinuante y sedoso sonido de las palabras pronunciadas por cuatro cuentistas convocados a la decimocuarta edición de esta actividad, que se ha venido desarrollando desde hace trece años al calor de la noche por diferentes enclaves del barrio histórico de Vegueta.
El confinamiento ha obligado a la Biblioteca Insular a trasladar el evento a internet, pero se seguirá celebrando con los narradores y narradoras Fanny Fuguet, Néstor Bolaños, María Buenadicha y Pancho Bordón. La actividad se podrá seguir a través de la web de la Biblioteca Insular y sus redes sociales.
A la explosión de la sexualidad digital en el confinamiento, desde los match frustrados en Tinder y las imágenes subidas de todo entre parejas sin posibilidad de verse, se suma esta otra modalidad. El encuentro de cuentos eróticos “pone n valor la eroticidad de la palabra como recurso de la fantasía, quizás porque lo que excite, finalmente, sea la imaginación de la situación narrada”, según el comunicado del Cabildo.
Para los cuentistas protagonistas de esta edición virtual la imaginación es lo único que nos puede salvar de caer en la monotonía del encierro. Sin embargo, algunos muestran su inquietud por la nueva fórmula que los privará del reconfortante cuerpo al cuerpo con el público. Es el caso de Néstor Bolaños, que participa por vez primera en la iniciativa de los cuentos eróticos de la Biblioteca Insular: “Me pregunto que si hay más posibilidades para lo erótico dentro del domicilio. Una vez empecemos, quizás algunos se dediquen a la experiencia erótica con más devoción que a seguir escuchando nuestros cuentos”, señala el cuentista, que desde su casa en La Isleta ha preparado cuatro relatos para esta edición virtual: “tres cortos serán propios extraídos de ese gran repositorio que desde hace seis años almaceno en mi perfil de twitter cada día, a los que sumará otro de la pareja noruega Asbjornsen y Moe y uno de la ilustradora valenciana Aitana Carrasco”, dice.
Aunque nació en Venezuela, a Fanny Fuguet le gusta definirse como ciudadana del universo. Estima que antes de suspender el evento debido a la coyuntura actual era preferible llevarlo a cabo a través de las redes, “aunque me resultará inusual tener que contar a cientos de incógnitos escuchantes un relato sin sentir la energía de la atmósfera que se genera en una sesión ordinaria con el intercambio de miradas cómplices. Mientras cuento suelo tocar con mis palabras y recibo del público un calor que me fortalece. Será toda una novedosa experiencia. Toca reinventarnos”, agrega Fuguet, que ofrecerá dos canciones y dos cuentos propios “inspirados en un erotismo sutil y siempre vinculado al amor”, avanza la narradora que desde hace casi cinco años reside en Gran Canaria.
Asimismo, para el cuentista de Agüimes Pancho Bordón, con esta opción virtual “se perderán aspectos determinantes que subyacen en el arte de la narración, pero abrirá otras posibilidades inexploradas como la unión de lenguaje oral con el audiovisual”. Explica que suplirá el valor de la proximidad con el público “con buena voluntad, porque no tengo muchas más herramientas”. Bordón, que también participó en la edición del año pasado, se decidirá por un relato recuperado de la tradición oral que reinterpretará libremente inspirándose en un acontecimiento antropológico de la zona en la que vive, denominada el pámpano roto. Esta ceremonia sexual de origen prehispánico pervivió en secreto hasta principios del siglo XX en el recóndito Barranco de Guayadeque.
Para la abulense María Buenadicha, que reside desde hace 15 años en la isla, esta versión digital modifica la esencia de lo que para ella es el código de la narración: “desde la presencia física del escuchante que con su respiración ofrece pautas y respuestas al cuentista al aliento de los silencios presentidos”, sostiene. También los recursos de esta alternativa virtual poseen para Buenadicha aspectos positivos: “podré mostrar una serie de ilustraciones que el público podrá apreciar con mayor precisión a través de la pantalla, así como la permanencia de la experiencia durante un tiempo en la red que multiplica las posibilidades de su visionado”, añade. La cuentista se ha decidido por una heterogénea selección de narraciones que ha adaptado y que van desde el legado oriental del ‘El jardín perfumado’ del Kama Sutra a unas ilustraciones eróticas realizadas por su abuelo en los años veinte del siglo pasado, pasando por un poema de Rubén Darío, “que es todo un canto al erotismo y a la vida”, concluye.
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