Un Gran Canaria negado fuera de casa aumenta la moral del Khimki Moscú (87-72)

Un Gran Canaria negado fuera de casa aumenta la moral del Khimki Moscú (87-72)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Herbalife Gran Canaria fue superado claramente por el Khimki de Moscú (87-72) y sigue sin conocer la victoria como foráneo en la Euroliga, tras un partido en el que el conjunto moscovita, muy bien dirigido por Alex Shved, logró su primer triunfo después de cuatro derrotas consecutivas.

El conjunto isleño irrumpió con fuerza en el encuentro con un 0-5 de parcial, pero la reacción de los pupilos de Georgios Bartzokas no se hizo esperar y voltearon rápidamente el electrónico con un 7-0, con la última canasta convertida por el relevante base ruso Shved.

Pese a ello, el Herbalife siguió metido en el partido hasta la igualada a 16 tras dos puntos de Báez, pero los locales, apoyados en la buena dirección de Shved, se fueron hasta el 25-16, si bien Gran Canaria rebajó la desventaja en este primer cuarto con un triple de Eriksson y dos puntos más del veterano Oliver (25-21).

En el segundo parcial, Khimki, mucho más acertado que los isleños desde la línea de tres, fue ampliando su renta, que ya era de nueve en el ecuador de este periodo (35-26), ante un Herbalife que no se encontraba a gusto en el parqué, que cometía reiteradas pérdidas y al cual le constaba encestar.

El equipo moscovita se fue al vestuario de 16 arriba (49-33), y con la sensación de que los de Maldonado serían incapaces de sacar algo positivo del Arena de Mytishchi, frente a un rival que aún no conocía la victoria en la actual Euroliga.

Tras el paso de vestuarios, el Herbalife tuvo un atisbo de reacción con un 0-4 gracias a los puntos de un entonado Pasenckis y de Strawberry, pero Bartzokas paró el choque y acto seguido su conjunto metió la directa merced a los encestes y asistencias de un imparable Shved.

El 77-53 con el que concluyó este tercer cuarto fue indicativo de que el Gran Canaria sufriría una nueva derrota fuera de la isla en el año de su estreno en la máxima competición continental, con el agravante de que aún le restaban otros diez minutos de juego y un pesado desplazamiento de vuelta antes de visitar el domingo a Baxi Manresa en la Liga.

Los isleños, resignados, disputaron el último cuarto plenamente conocedores de que Khimki estrenaría su casillero de victorias en Euroliga tras cuatro derrotas seguidas, y con la presión añadida de intentar asaltar la pista manresana sin apenas tiempo de descanso, en menos de 48 horas.

Mientras, los de Bartzokas se relajaron con el 83-55 en el marcador a falta de 6.40 para el final, permitiendo que el Herbalife hiciese un parcial de 0-14 (83-69), y el partido concluyó con un resultado mucho menos doloroso para los visitantes que el que se hubiese registrado si los moscovitas no se hubiesen dejado ir en este último cuarto.

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