El dinero público para el fomento de la agricultura “se va a la basura”

Venta de papas y cebollas en un supermercado.

Rayco Bejarano

Las Palmas de Gran Canaria —

Todas las iniciativas gubernamentales destinadas al fomento de la agricultura, a la formación de nuevos agricultores y al desarrollo del sector agrario para que juegue un papel clave en la economía “se van a la basura año tras año”. Así define la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) el “viciado sistema” que impide que todas las acciones públicas destinadas al sector primario sirvan para algo.

Antonio Suárez, el presidente de esta organización en la provincia de Las Palmas, pone como ejemplo el sector de la papa. Según los cálculos que maneja, combatiendo la “importación salvaje” se podrían lograr cerca de 1.000 puestos de trabajo en el sector además de la riqueza medioambiental que ello generaría.

Los datos de la Consejería de Hacienda del Gobierno regional muestran como en el verano de 2013 entraron en Canarias más de ocho millones de kilos de papas importadas. El presidente de UPA asegura que con estas cifras es imposible que el agricultor local pueda obtener un “precio justo por su trabajo”.

Como ejemplo de las iniciativas de los gobiernos que se “van a la basura”, Antonio Suárez pone el plan del Ejecutivo canario para incentivar a los jóvenes agricultores y que cuenta con una financiación de un millón de euros, los más de 200 millones de euros que llegan de Europa con el POSEI, o los más de 600.000 euros del programa Leader para el desarrollo rural.

Para UPA “se está tirando el dinero público” con este tipo de iniciativas mientras no cambie el sistema: “Lo que no es posible es que en los meses en los que se recoge la cosecha canaria de papas los importadores traigan 8 millones de kilos de papas de fuera, esto hace que los precios se hundan por debajo del coste y que los agricultores solo puedan vivir del POSEI”.

Todo este tipo de situaciones, “acaba por cansar al joven agricultor que termina abandonado el campo y tratando de buscarse la vida en otro sector”, añade Antonio.

Los importadores culpan de los precios mínimos a supermercados y cooperativas

La bajada del precio del kilo de papas en los supermercados canarios ha aumentado la polémica entre importadores, cooperativas y organizaciones agrarias. Hace varias semanas la Asociación de Distribuidores de Papa de Gran Canaria (Adipa), acusó directamente a varias cooperativas, entre ellas Cosecha Directa y a la organización UPA, de “llevar a la ruina al sector de la papa” con sus iniciativas.

Juan Luis Pulido, presidente de Adipa, asegura que su Asociación no es la culpable de la bajada de los precios del kilo de papas a mínimos y acusa directamente a los supermercados y a las cooperativas de ser los responsables de estas caídas.

“Las estrategias de las grandes superficies y los precios que ponen las cooperativas, unido a la entrada de papas de país, es lo que provoca la caída en el precio de las papas”.

Según Pulido, los precios del kilo de este tubérculo, que en ocasiones ha llegado a colocarse en 25 céntimos el kilo son responsabilidad de las cooperativas, que son, según afirma, las que venden el kilo a 20 céntimos a las grandes superficies.

Sin embargo, Antonio Suárez añade que Adipa acapara la venta a estas cadenas de supermercados, ya que “les compran un 75% de del total”.

El presidente de Adipa también ha criticado duramente al consejero regional de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Juan Ramón Hernández, por no haberlos recibido tras pasar once meses solicitando una audiencia. Pulido, presidente de los importadores, afirma que la intención de la asociación que preside es “lograr que la agricultura canaria sea fuerte”.

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